Jaque Mate/ Capitalismo chino

AutorSergio Sarmiento

"Debemos prestarle más atención a la eficiencia, dejando actuar a las fuerzas del mercado, para lograr que una parte de la gente se haga rica primero, a través del trabajo honesto y de actividades económicas legítimas".

Jiang Zemin

El año pasado y principios del actual ha sido un tiempo de recesión, o en el mejor de los casos de estancamiento, para muchos países del mundo, incluido México. Pero no para China. El gigante asiático tuvo el año pasado un crecimiento de 7.3 por ciento, apenas por debajo de su promedio de 7.8 por ciento anual de 1997 al 2001. Este 2002 la economía china está creciendo a más del 8 por ciento anual, mientras que su producción industrial lo está haciendo en más de 13 por ciento.

Junto con Cuba y Corea del norte, China es uno de los pocos países del mundo que siguen siendo gobernados por un partido comunista. Pero no se puede argumentar que China sea ejemplo del éxito económico del sistema comunista. En China, del comunismo sólo queda el nombre y, en todo caso, el autoritarismo político.

En realidad China se ha convertido en uno de los modelos más notables de la transformación de un país a través de la introducción del libre mercado. Si alguna duda cabía, simplemente había que escuchar a Jiang Zemin, el todavía Presidente de China y secretario general del Partido Comunista Chino, en su discurso del 8 de noviembre al inaugurar el XVI Congreso General de su partido: "Todos los inversionistas, locales o extranjeros, deben ser impulsados a llevar a cabo actividades empresariales para el desarrollo de China. Todo ingreso legítimo, producto o no del trabajo, debe ser protegido".

Los líderes chinos no han abandonado completamente la retórica comunista. Todavía el retrato de Mao Zedong (o Mao Tse-Tung) adorna las reuniones del Partido Comunista. Pero en un lugar igualmente importante se encuentra la efigie de Deng Xiapoing, el dirigente purgado por Mao durante la revolución cultural de los años sesenta que, a la muerte de Mao, tomó gradualmente el poder y llevó a China a la senda del capitalismo.

El Partido Comunista escogerá esta semana a un nuevo grupo de dirigentes. Se espera que Hu Jintao, un ingeniero de 59 años, se convierta en nuevo secretario general del Partido Comunista y con el tiempo en el nuevo dirigente máximo del país. El congreso podría hacer el anuncio formal el 14 de noviembre.

Pero si bien Hu Jintao es un político autoritario, que reprimió duramente el nacionalismo de los tibetanos cuando estuvo a cargo de...

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