Jaque Mate/ La batalla

AutorSergio Sarmiento

"Una victoria más como ésta y estaremos perdidos".

Pirro

El presidente Vicente Fox llegó a su Segundo Informe de Gobierno con una gran victoria: una popularidad ascendente después de un largo periodo de declinación. Varias encuestas de opinión así lo señalan. La del periódico Reforma apunta que la aprobación del mandatario subió de 47 por ciento en marzo a 61 por ciento a fines de agosto. Otros estudios muestran la misma tendencia.

En principio esto parece muy positivo para el Presidente y para su partido el PAN. Una encuesta de la empresa GEA sugiere que el PAN ha remontado la ventaja que le sacaba el PRI en intención de voto y está ya en un virtual empate con él. El PAN no ha logrado atraer a simpatizantes del PRI o del PRD, pero sí está consiguiendo generar nuevamente el apoyo de los indecisos.

Lo que es positivo para las elecciones del año 2003, sin embargo, puede ser negativo para los acuerdos políticos que el Presidente pidió al Congreso en su pasado Informe de Gobierno. El PRI puede darse el lujo de ser más flexible ante las iniciativas del Presidente, y especialmente la que tiene que ver con la apertura de la electricidad a la inversión privada, si siente una razonable seguridad de que puede obtener el triunfo en los comicios del 2003. Pero si el PAN está logrando fortalecerse, y amenaza incluso con conquistar la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados, la presión sobre los legisladores del PRI para mostrarse más duros ante las iniciativas del Presidente será enorme.

El PRD ha anunciado ya su rechazo a la apertura del sector eléctrico, pero ha mostrado cuando menos un esbozo de flexibilidad: los dirigentes perredistas han señalado que están conscientes de la necesidad de una reforma eléctrica. Para el PRD esta reforma debe pasar por un proceso que le otorgue autonomía financiera a la Comisión Federal de Electricidad y a la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, cosa a la que nadie se opone. La gran duda es qué tanta inversión privada estaría el PRD dispuesto a aceptar en electricidad.

En principio parecería que el 11 por ciento de votos del PRD no son significativos en el intento de aprobación o rechazo de una enmienda constitucional que requiere de dos tercios de los votos en el Congreso. La única alianza que podría aprobar la iniciativa sería la que se estableciera entre el PRI y el PAN. Pero hay buenas posibilidades de que el voto del PRI termine por dividirse. Y ahí es donde los perredistas pueden tener un papel importante...

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