Jaque Mate/ Bancarrota

AutorSergio Sarmiento

"Si queremos ser más prósperos, necesitamos más millonarios y más bancarrotas".

Keith Joseph, político británico

Las quiebras son acontecimientos traumáticos que provocan una enorme destrucción de riqueza. Acaban con la inversión de los accionistas y generan pérdidas de empleo.

Hay que tener cuidado, sin embargo, ante la idea, defendida ya por algunos intelectuales y editorialistas mexicanos, de que la quiebra de WorldCom demuestra que es necesario abandonar el sistema de libre empresa y recurrir a un modelo de control directo del gobierno sobre las decisiones de las empresas.

Lo que nunca han entendido los intelectuales mexicanos es que la bancarrota es la forma en que el sistema de libre empresa se purga a sí mismo. Por ello sus consecuencias de largo plazo suelen ser positivas.

No hay duda de la importancia económica de la quiebra de WorldCom. Si bien el nombre de esta firma era poco conocido hasta hace poco fuera de los círculos especializados, WorldCom se convirtió en poco tiempo en la segunda empresa de telefonía de larga distancia en los Estados Unidos.

Fundada en 1983, su crecimiento se produjo a fuerza de adquisiciones y fusiones, como la de MCI en 1998 y la de Sprint en 1999. WorldCom obtuvo también un importante papel en internet: en 1998 compró Compuserve, uno de los mayores proveedores de este servicio. El conglomerado cuenta oficialmente con activos con valor de 107,000 millones de dólares (si bien éstos seguramente se han deteriorado en los últimos meses) e ingresos anuales de 35,000 millones de dólares.

Con la petición formal de acogerse al capítulo 11 del Código de Bancarrotas de los Estados Unidos, WorldCom inició la quiebra más grande en la historia de la Unión Americana. La bancarrota de Enron, una empresa con 63,400 millones de dólares en activos, ha sido ahora desplazada al segundo lugar. No hay información comparativa a nivel internacional, pero el desplome de WorldCom bien podría convertirse en la mayor bancarrota en toda la historia del mundo.

Pero, ¿cómo puede quebrar una empresa con 35,000 millones de dólares anuales en ingresos? El problema no es, como se ha dicho, que la compañía haya clasificado mal 3,800 millones de dólares en gastos en el 2001. Esta maniobra fraudulenta es en realidad demasiado pequeña para producir la quiebra de una empresa de este tamaño. WorldCom se ha desplomado por un endeudamiento excesivo de 41,000 millones de dólares. Esto lo habían advertido ya los inversionistas desde hace tiempo...

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