Jala CTM con taxis piratas

LA ANARQUÍA que impera en el transporte público de Nuevo León llegó al punto de que trabajar como taxista en un vehículo con placas particulares en el Centro de la Ciudad y sin ser molestado por la autoridad estatal es tan fácil como pagar a la CTM.

A cambio de una tarifa de ingreso de 7 mil pesos -que puede ser cubierta en pagos- y una cuota semanal de 320 pesos, autos particulares fungen como taxis en hoteles y sitios turísticos del Primer Cuadro sin ser sancionados por la Agencia Estatal del Transporte.

Además de la cuota semanal, los afiliados deben aportar otra anual de 400 pesos para la Federación Estatal de Autotransporte de la CTM, aunque se pueden pedir otras cooperaciones.

El negocio redondo para la central obrera priista se cierra con la venta ilegal de placas federales para transporte, como las que usan los taxis de aeropuertos.

El juego se vende a 25 mil pesos, pese a que en teoría la expedición de estas concesiones es una facultad exclusiva de la SCT.

Un reportero encubierto de METRO acudió a las oficinas de la organización de transporte afiliada a la CTM "Guías Turísticos de Monterrey", donde el responsable Jorge Saldívar explicó cómo formar parte del grupo de taxistas piratas.

"El ingreso vale 7 mil (pesos)", dijo Saldívar, "Hay oportunidades de pagarlo en pagos si llega a un acuerdo.

"Pueden ser de dos o de tres pagos en un mes", agregó. "Se paga una cantidad y de cuatro a cinco semanas el resto para liquidar".

Los taxistas, explicó, trabajan en carrusel, es decir, cambiando su sitio a diferentes hoteles, como el Crown Plaza, I Stay, Fiesta Americana, Sheraton, Ancira, Howard Johnson, Hotel...

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