Jaime Sánchez Susarrey / Mitos y recontramitos
| Autor | Jaime Sánchez Susarrey |
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"El proceso de desafuero es un complot orquestado por la Presidencia de la República".
López lo ha repetido una y otra vez y ahora será el eje de su campaña de información, que en sentido estricto es de desinformación. Pero ya se sabe que una mentira repetida mil veces termina por convertirse en una "verdad evidente". Y a eso es a lo que le apuesta Andrés Manuel. Sin embargo, sus dichos contradicen los datos más elementales de la realidad: a) el Poder Judicial es hoy por hoy completamente independiente del Poder Ejecutivo; b) la Procuraduría General de la República solicitó el desafuero del Jefe de Gobierno por orden de un juez federal; c) diferentes instancias y organismos colegiados del Poder Judicial encontraron a López Obrador responsable del delito de desacato. Así que, si complot hay, habría que buscarlo en la Suprema Corte de Justicia de la Nación y no en Los Pinos.
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"El desafuero es el mejor regalo que se le puede hacer al Jefe de Gobierno de la Ciudad de México porque sin desafuero se enfrentaría a condiciones muy adversas, ya que el PRD tiene una base electoral de apenas 4 millones y medio de votos y para ganar la Presidencia de la República se necesitarán entre 12 y 15 millones de sufragios. Pero si el desafuero se consuma, AMLO organizaría la campaña como un movimiento de resistencia civil que le daría una publicidad impensable en otras condiciones. Así que el desafuero, lejos de perjudicarlo o debilitarlo, lo fortalecería y lo pondría a un paso de la Presidencia de la República".
Esta tesis pasa por alto tres cuestiones elementales: a) no es lo mismo hacer campaña desde el Gobierno de la Ciudad de México que en la calle y en medio de movimientos de protesta; b) una vez que deje la Jefatura del Gobierno su poder de atracción y su liderazgo se verán debilitados; c) las contradicciones internas del PRD jugarán en su contra, toda vez que los sectores más moderados de ese partido no aprobarán la radicalización del movimiento ni el maniqueísmo que conllevará al fortalecimiento de un liderazgo autoritario.
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"López Obrador levantará una movilización social de dimensiones impresionantes. Las organizaciones del PRD y la movilización de los ciudadanos, particularmente en el Distrito Federal, pondrán a temblar al Gobierno federal".
Esa es la amenaza que han blandido Pablo Gómez y otros dirigentes del perredismo. Pero la verdad es que no hay tal. El hecho de que López haya echado mano de los trabajadores del Gobierno del Distrito...
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