Jaime Sánchez Susarrey / La victoria de Evo

AutorJaime Sánchez Susarrey

En 1961 se celebró la Convención Única sobre Estupefacientes de la ONU. Se estableció entonces la prohibición del uso de la hoja de coca, excepto con fines médicos o científicos, es decir, se le situó en el nivel 1 de las sustancias prohibidas y controladas por la Convención, junto con la cocaína y la heroína.

El Artículo 26 de dicha Convención establecía que los Estados suscriptores se obligaban a arrancar de raíz todos los arbustos de coca que crecieran en estado silvestre y destruir los que se cultivaran ilícitamente.

Pero además, en el Artículo 49 se fijaba un plazo de 25 años para que la masticación de la hoja de coca, que en realidad es una succión, quedara completamente prohibida. Esta prescripción iba dirigida contra las poblaciones indígenas que consumían coca en regiones de Bolivia, Perú, Colombia y Argentina.

Originalmente, la hoja de coca era una planta sagrada en las culturas precolombinas. La consumían los nobles y la casta sacerdotal con fines religiosos. A la llegada de los españoles fue prohibida, pero luego autorizada y se volvió un uso y costumbre de las comunidades indígenas, particularmente en Bolivia.

La hoja de coca no puede confundirse con la cocaína, si bien es la materia prima para la producción de esa sustancia. Pero así como la uva no es idéntica al vino, o el maguey no es lo mismo que el tequila, la hoja de coca no es igual a la cocaína.

Los efectos de la hoja de coca masticada (succionada) son varios: analgésicos, reducen el hambre, el cansancio, aumentan la capacidad de trabajo y mejoran la oxigenación. Por eso su consumo fue permitido durante la Colonia y su uso es muy socorrido en las regiones más altas de Perú y Bolivia.

Pese a la Convención de 1961, al cumplirse en 1986 los 25 años para decretar la prohibición de la masticación de la hoja de coca, las comunidades indígenas en Bolivia continuaban produciéndola y consumiéndola.

No existe consenso médico sobre la masticación de la hoja de coca. En 1950 se publicó el Informe de la Comisión de Estudio de las Hojas de Coca, que concluyó que los efectos eran negativos.

Sin embargo, en marzo de 1995, la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció la publicación del Estudio Global de la Cocaína, que provocó una fuerte y airada reacción del representante de Estados Unidos en la 48 Asamblea General de Salud, reunida en Ginebra el 9 de mayo de ese mismo año.

El representante estadounidense afirmó que el Informe "parecía un fuerte alegato a favor de los usos...

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