Jaime Sánchez Susarrey / Qué pasa allá

AutorJaime Sánchez Susarrey

Gil Kerlikowske, zar antidrogas de la Casa Blanca, fue contundente: "La legalización se está vendiendo en Estados Unidos como una idea para reducir la violencia en México, para mejorar la economía de las comunidades y la procuración de justicia, pero todas son falsedades".

Y añadió: "Lo tenemos claro: este tipo de medidas (legalización de la marihuana en California) no pueden ser útiles, sino dañinas" (México, 4/sep/10).

La declaración tuvo, sin duda, dedicatoria. Se refería implícitamente a la convocatoria de Felipe Calderón para abrir un debate sobre la legalización de las drogas en México.

La postura de Kerlikowske y de la Casa Blanca tiene varios puntos débiles. El primero es subestimar el hecho que en 14 estados de la Unión Americana la cannabis está permitida para usos medicinales.

En California la marihuana se puede obtener con receta para trastornos como el insomnio o la ansiedad. Su prescripción es completamente laxa. Pero además, el próximo 2 de noviembre se votará un referéndum para legalizar su consumo recreativo -por el momento, las encuestas son favorables a la iniciativa.

No hay, pues, consistencia. ¿Con qué autoridad moral se le exige a México mantenerse en el combate contra las drogas, con un costo de 28 mil asesinatos en cuatro años, cuando en Estados Unidos se está transitando hacia la legalización medicinal y hasta recreativa de la cannabis?

Poco importa que, como advierte Kerlikowske, la posición de la Casa Blanca sea contraria a lo que está ocurriendo en California. El hecho es que se está avanzando en ese sentido y el gobierno federal no tiene los medios ni la intención de revertir el proceso.

El zar tampoco acierta en la descalificación de la estrategia. La legalización de la marihuana, como en su momento el fin de la prohibición del alcohol en los años treinta, sí tendría un efecto sobre el grado de violencia en México.

Baste considerar que una parte sustantiva de los ingresos de los cárteles provienen justamente del comercio de la cannabis. De hecho, sobran testimonios: la legalización del uso medicinal ha reducido el mercado negro y la violencia en los condados de California.

Pero hay, además, otros elementos que son contradictorios en la estrategia de la Casa Blanca. En la página oficial de la Drug Enforcement Administration (DEA) se consignan las 21 acciones más importantes contra el crimen organizado de 2007 a 2010.

La gran mayoría de esas operaciones se realizaron, dentro o fuera de Estados Unidos, contra...

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