Jaime Sánchez Susarrey / Balance
Autor | Jaime Sánchez Susarrey |
Se fue el sexenio del cambio. Fox pasará a la historia como el hombre que sacó al PRI de Los Pinos. Pero también como el Presidente que generó grandes expectativas y tuvo pocas realizaciones. La distancia y el tiempo permitirán hacer un balance más ponderado de su gobierno. Por lo pronto, se puede hacer un inventario de los principales aciertos y errores que cometió en esos seis años.
El primer error fue, sin duda alguna, la integración del gabinete. No formó un gobierno de coalición ni de filiación panista. Peor aún: la lealtad al Presidente de varios secretarios y funcionarios era más que dudosa (baste recordar la historia de su secretario particular, Alfonso Durazo). Dos nombramientos fueron particularmente desafortunados: Gobernación y Relaciones Exteriores. Se equivocó también en la designación de Aguilar Zinser como consejero de Seguridad Nacional. La falta de coordinación y dirección en esta área fue catastrófica.
Equivocó la definición de prioridades. La pacificación de Chiapas y las negociaciones con el EZLN consumieron los cuatro primeros meses de su gobierno. Pero además, lastimaron sus relaciones con el PRI y con Acción Nacional. Pasado ese trago amargo, cuyo saldo fue absolutamente negativo, se empeñó en alcanzar un Acuerdo Político para el Desarrollo Nacional. Invirtió tiempo y esfuerzo en un listado de buenas intenciones que hoy nadie recuerda ni evoca. Mucho ruido y ninguna nuez.
Mantuvo una relación ambigua con el Congreso y con el PRI. No entendió la necesidad de formar alianzas. Hablaba y se proponía alcanzar consensos. Pero, al mismo tiempo, creyó que la fuerza de la Presidencia se impondría sobre los legisladores de su partido y de la oposición. El "bono democrático" funcionaría como la palanca de Arquímedes. Respecto del PRI osciló entre la condenación y la búsqueda de un entendimiento. Lo que se tejía por la mañana se deshilaba por la noche.
Hizo un pésimo cálculo en la elección intermedia. Apostó a ganar la mayoría en la Cámara de Diputados. Había que quitarle "el freno al cambio". Vicente Fox y Marta Sahagún se metieron de cabeza en la campaña. Las encuestas, sin embargo, mostraban una recuperación del PRI y un descenso en las preferencias por Acción Nacional. El resultado final fue malo para Acción Nacional y pésimo para el presidente de la República. La elección intermedia lejos de fortalecerlo, lo debilitó.
Toleró, y en cierto sentido alentó, que la sucesión presidencial se adelantara. Peor aún, dejó durante...
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