El jaguar y el aguila: un estudio de las relaciones bilaterales brasileno-mexicanas en los primeros anos del siglo XXI.

AutorDomínguez Ávila, Carlos Federico

Resumen

El artículo aborda las relaciones económicas y políticas vigentes entre Brasil y México.

Señala que las relaciones económicas son muy intensas, en especial en términos comerciales y de inversiones productivas. En la actualidad, el diálogo político entre las partes es constructivo, relevante y cada vez más significativo, aunque no está exento de ciertas divergencias de naturaleza geopolítica derivadas, fundamentalmente, de incompatibilidades en las correspondientes aspiraciones de liderazgo tanto en el escenario latinoamericano y caribeño como en foros globales. Por último, se proponen tres escenarios plausibles para el futuro de las relaciones brasileño-mexicanas.

Palabras clave: Brasil, México, América Latina, relaciones económicas, política exterior, cooperación, diálogo político, Relaciones Internacionales.

Abstract

The article deals with current economic and political relations between Brazil and Mexico. It points out that economic relations are very intense, especially in terms of trade and investments. Today, political dialogue between these countries is constructive, important and increasingly significant, but at the same time there are some kind of geopolitical differences arising, primarily from inconsistencies in the aspirations for leadership both on stage and in Latin America and the Caribbean global forums. Finally, the paper proposes three scenarios for the future of Mexican-Brazilian relations.

Key words: Brazil, Mexico, Latin America, economic relations, foreign policy, cooperation, political dialogue, International Relations.

The Jaguar and the Eagle: A Study of Brazilian-Mexican Bilateral Relations in the Early Twenty-First Century

Introducción

A lo largo de muchos años, Brasil y México lograron construir relaciones correctas, cooperativas y pacíficas, aunque también de baja intensidad, modestas y, en ciertos aspectos, irrelevantes. En general, estos países priorizaron sus relaciones con otros actores internacionales y terminaron adoptando una actitud negligente para su agenda recíproca. En los primeros años del siglo XXI, la tendencia histórica de relaciones correctas, pero de baja intensidad, comenzó a cambiar. Estas tendencias han traído consigo importantes consecuencias, tanto en términos estrictamente bilaterales como en ámbitos multilaterales (hemisféricos y globales).

En la actualidad, las relaciones económicas bilaterales brasileño-mexicanas son sumamente significativas y cada vez más intensas. Así, por ejemplo, según estadísticas del gobierno brasileño, en 2007 el valor de las exportaciones en ambos sentidos superó los 6 mil millones de dólares --con superávit para el lado brasileño por un monto de 2.3 mil millones de dólares. Se trata de algo relevante y sugestivo. En el campo político, el diálogo bilateral y multilateral también es cada vez más fecundo --aunque existen algunas contradicciones normales. Esto último es evidente en relación con las simultáneas aspiraciones de liderazgo de ambos gobiernos --en particular de los dos cuerpos diplomáticos, Itamaraty y Tlatelolco--, tanto en el plano intrarregional como en el hemisférico y el global.

En este sentido, el objetivo del presente estudio es explorar las consecuencias de la contradicción existente entre mayores vínculos económicos, por un lado, y algunas divergencias políticas, por el otro, observadas en las actuales relaciones brasileño-mexicanas. Se argumenta que existen espacio y fundamentos para la construcción de una nueva agenda entre las partes, tanto en términos bilaterales como multilaterales.

Fundamentos económicos

Las relaciones económicas vigentes entre Brasil y México incluyen principalmente flujos comerciales y, en fechas recientes, inversiones productivas en ambos sentidos. También se incluyen aspectos de cooperación técnica horizontal y de transferencia de tecnología. Conviene agregar que tales relaciones son influenciadas por las transformaciones globales y hemisféricas, cuyas tendencias son favorables a una creciente interdependencia, liberalización comercial y cooperación entre países en desarrollo. (1)

Comercio

El comercio Brasil-México ha sido muy dinámico en los primeros años del siglo XXI. Según estadísticas publicadas por el Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior del país sudamericano, el valor de las exportaciones brasileñas a México pasó de 1.7 mil millones de dólares en el año 2000 a 4.3 mil millones en 2007, y con seguridad se aproximará a 4.5 mil millones en 2010. Entretanto, en el mismo periodo, el valor de las importaciones brasileñas procedentes de aquel país aumentó de 755 millones de dólares a 1.9 millones de dólares. En consecuencia, la balanza comercial general vigente es favorable para el lado brasileño (ver cuadro 1).

En la pauta de las exportaciones brasileñas para el mercado mexicano sobresalen bienes de mediana y alta tecnologia, sobre todo de los sectores automotriz y aéreo, químico, plásticos, electro-electrónicos, metal-mecánica, material médico-quirúrgico, maquinaria agropecuaria, fertilizantes, material de escritorio, juguetes y papel. Alimentos, en particular soya, así como ciertas semillas, maderas y aceites, también forman parte de las exportaciones brasileñas con destino al mercado mexicano. Se trata, en general, de bienes de capital y de consumo duradero, de buena calidad y con precios competitivos. Cabe mencionar que, en su esfuerzo por penetrar y consolidarse en el mercado mexicano, los exportadores brasileños gozan del eficiente apoyo de la Agência de Promoçào e Investimentos.

Las importaciones brasileñas procedentes de México incluyen petróleo y derivados, productos de media y alta tecnología (en especial informática), automóviles y repuestos, entre muchos otros.

El creciente déficit comercial de los mexicanos en relación con Brasil precisa ser acompañado y evaluado de manera periódica por los gobiernos y las empresas de comercio exterior, procurando evitar una situación de desequilibrio estructural y eventual inconformidad de las partes, lo que podría provocar algún tipo de neoproteccionismo. En tal sentido, trabajar para reducir el déficit comercial mexicano es vital para lograr una relación justa, correcta y mutuamente ventajosa. Ese es uno de los principales objetivos del llamado Grupo de Monitoreo del Comercio Bilateral, integrado por representantes de ambos países.

Conviene agregar que Brasil y México forman parte de la Asociación Latinoamericana de Integración. En el marco de este proceso, el comercio bilateral es regulado por los llamados acuerdos de complementación económica. El Acuerdo de Complementación Económica número 53 del sector automotriz, negociado entre ambos países, es un importante ejemplo de este tipo de instrumentos, recordando que el mismo procura un desarrollo comercial equilibrado, saludable y ventajoso para las dos partes. Algo semejante se puede afirmar del Acuerdo de Complementación Económica número 55, que regula las relaciones entre México y los países miembros del Mercado Común del Sur (MERCOSUR). Por último, vale recordar que, en 2004, de manera sorpresiva, el gobierno de México solicitó su incorporación plena y/o una asociación al MERCOSUR.

Inversiones productivas

Las inversiones productivas de capitales privados forman parte de la agenda económica vigente entre Brasil y México. Las inversiones de capitales mexicanos en el mercado brasileño son muy importantes y superan los 3 mil millones de...

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