Entrevista / Jacobo Zabludovsky / Caminante de ciudades

AutorAlessandro Triacca

Desde el gran ventanal de su oficina, en el piso 18 de un edificio en Lomas de Chapultepec, Jacobo Zabludovsky tiene una vista privilegiada de la Ciudad de México, esa megalópolis que él mismo define como su ciudad favorita en el mundo.

Sobre su escritorio tan sólo hay una laptop y un periódico viejo y amarillento, aunque en perfecto estado de conservación: es un ejemplar original del New York Times del día 24 de mayo de 1928, su fecha de nacimiento.

Las paredes son de libros, repisas cargadas con siete mil ejemplares ordenados meticulosamente conforme a las pasiones que rigen su vida: literatura, arte, historia, periodismo, tauromaquia, entre otras.

Viajero incansable y hombre ilustrado, a sus 85 años, Jacobo Zabludovsky conserva la vitalidad de aquel periodista que con dolor y entereza narró en directo la tragedia de su ciudad natal en el terremoto de 1985.

Mientras se desplaza con agilidad por su oficina, ubica con exactitud algún libro que le viene a la mente, con la misma presteza con que evoca la fecha de alguna entrevista o viaje que realizó hace más de 50 años.

¿Cuáles fueron sus primeros viajes?

Cuando era niño, lo más lejos que viajábamos para dormir fuera de casa era a Cuautla, a un balneario que se llamaba Agua Hedionda.

¿Y a qué edad conoció el mar?

A los 14 años, en Acapulco.

¿Hubo algún viaje que marcó su carrera?

Mi carrera periodística cambió cuando conocí a José Pagés Llergo, y me invitó a trabajar en la revista "Siempre!".

En eso tuvo que ver un viaje a Estambul, que significó un parteaguas en mi vida.

En aquel entonces yo escribía una columna frívola, que se llamaba "Antena", en "El Redondel", un seminario dominical.

Pagés me quiso conocer en un restaurante, y me preguntó cuáles eran mis planes:

-Mañana vuelo a Estambul. Air France me invitó para la inauguración de su primer jet París, Roma, Atenas, Estambul - le dije.

-¿Conoce Estambul?- me preguntó.

-No, maestro, primera vez.

-¿Ha leído a Pierre Loti?

-Sí, maestro.

-¿Qué ha leído de él?

-"Las desencantadas" y "Supremas visiones de oriente".

-¡Es usted el primer mexicano que encuentro que ha leído a Pierre Loti! Siga la huella de Loti y escríbame un reportaje para "Siempre!".

Yo entendí la intención de Pagés, porque Loti, que era un marinero mercante de Francia, escribía en cafeterías y contaba lo que veía desde ellas. Así que fui a los cafés, buscando los de Loti, y le escribí a Pagés un artículo que se llamaba "Tras la huella de Pierre Loti", en 1959.

Entonces...

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