Jacobo Wapinski / La nueva Nueva Orleans II
| Autor | Jacobo Wapinski |
Cuarenta días y cuarenta noches de intensas lluvias cubrieron hasta la montaña más alta de la tierra, matando a toda criatura que tenía soplo de vida en sus narices. El Arca que Noé construyó, ocupada por su familia y toda suerte de animales, estuvo a la deriva sobre las aguas, aun después de llover y hasta que el agua fue retirándose. Noé envió una paloma, que regresó con una hoja de olivo en su pico, señal que disminuyeron las aguas sobre la tierra. Habían nacido el servicio de mensajería aéreo y el de trasmisión de datos, semejantes al Fed Ex y al internet de hoy.
El Diluvio Universal descrito en la Biblia (Génesis, Cap.6) fue premonitor de avances tecnológicos que hoy consideramos elementales: la industria maderera en gran escala para los enormes árboles necesarios en el Arca, habilidades para la transportación de grandes masas y volúmenes, tal vez el descubrimiento de la rueda o las barcazas para tales fines.
La impermeabilidad del Arca fue asegurada con brea, que debió de haber sido sometida a prueba dando origen al concepto de control de calidad que hoy conocemos. Las medidas del Arca que le fueron ordenadas a Noé por Dios fueron de 300 por 50 por 30 codos, con compartimientos y hasta una claraboya. Emergieron la arquitectura, el diseño de interiores y avanzaron las matemáticas. Todas estas ciencias y tecnologías desarrollaron instrumentos cuyo uso explica el uno por ciento del ADN que nos separa de los chimpancés.
La orden de selección divina consistente en dos animales de cada especie, macho y hembra, para ser introducidos por Noé en el Arca y para conservación de la fauna, son indicios del plan de reconstrucción que el Eterno tenía en mente. Para la humanidad, implicó métodos de clasificación que antecedieron a Aristóteles y a Linneo, padre este último de la nomenclatura animal moderna. Conocimientos de anatomía, morfología y fisiología son necesarios para esta selección que debió ser tarea compleja. Técnicas de separación y caracterización del cromosoma Y del X, a través de enzimas, cromatografía, rayos X o escáner de luz vendrían miles de años después. El almacenamiento, la conservación y distribución de alimentos a todos las criaturas del mundo en el Arca harían palidecer a las modernas cadenas de autoservicio.
Al final del relato, Dios establece un pacto con el Hombre, que no se repetirá un fenómeno de destrucción masivo, y pone como señal al arcoiris que acompaña a las nubes. Prohíbe además comer animales mientras estén vivos...
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