Manuel J. Jáuregui / ¡Obama súper estrella!

AutorManuel J. Jáuregui

Inaudito resulta que en la era moderna un discurso político reúna a DOSCIENTAS MIL personas, multitud que el mismo Bono y su U2 envidiarían.

Sin embargo, Barack Obama, el candidato demócrata a la Presidencia de Estados Unidos, logró tal hazaña ayer en el parque Tiergarten de Berlín.

Tomemos en cuenta, amigos, que no hablamos de acarreados, ni de obligados: se trata de berlineses libres que, seducidos por el carisma de este hombre, se reunieron voluntariamente a aclamarlo de manera asombrosa, apoteósica incluso.

Evocó en mucho este asombroso suceso de ayer uno acontecido en 1963 cuando, el llorado Presidente estadounidense -también demócrata- John F. Kennedy, acompañado de la glamorosa Jackie, proclamó "Ich bin ein Berliner" (Yo soy un berlinés).

SETENTA Y DOS por ciento de los ALEMANES quisiera que Barack Obama fuera el próximo Presidente de Estados Unidos, y todo indica que este deseo, abrazado con esperanza de un cambio por los amigos del pueblo estadounidense, está cerca de cumplirse, pues su contrincante republicano, John McCain, no sólo es MAL candidato, con un pobre discurso, apariencia decrépita e ideas gastadas, sino que, además, ¡está salado!

No creerán ustedes, amigos, que para "contrarrestar" la gira de Obama, McCain tenía planeado para ayer pronunciar un discurso sobre energía trepado en una PLATAFORMA petrolera ¡en el Golfo de México!

El huracán "Dolly" acabó con este sueño guajiro y el pobre tipo se tuvo que conformar con visitar un restaurante de salchichas en Columbus, Ohio, en la ilusa creencia que con este diminuto gesto podría contrarrestar el GIGANTESCO éxito de Obama en Alemania.

McCain, aparte del golpe del calendario, trae dibujado en el rostro el rictus de la derrota: sabe que le están partiendo la crisma política y el único recurso que se le ocurre es tirarle estiércol a su rival (lo cual le sale contraproducente), echarle la culpa a los medios y tratar de competirle con actos inútiles que lo único que demuestran es su incapacidad y obsolescencia como político.

Lo más interesante de la visita de Obama a Alemania es que, primero, causó una gran expectativa, la cual queda demostrada con el GENTÍO que logró reunir, pero, más importante que eso, es QUE NO DECEPCIONÓ.

El discurso...

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