Ivaginaria / Que te valga lo que se come...

AutorElia Martínez-Rodarte

Cuando la gente heteronormada (que sólo acepta relaciones hombre mujer y considera anormal todo lo demás...) opina sobre los gays o las lesbianas o bisexual o trans, generalmente lo hacen desde una distancia que les permite apartarse, incluso a veces si tienen una relación cercana o familiar con una persona perteneciente a alguna tribu LGBTIQ (plus). Si es que su comentario no es con odio por su preferencia sexual o identidad de género.

Yo respeto, pero que no se besen aquí...A mí me encanta trabajar con gays...Hasta me corto el pelo con un chico trans...Mi comadre que es lesbiana se va conmigo a las motos, por eso me cae bien...Nosotros en el trabajo convivimos muy bien con la chica trans, pero que use su baño...

Las personas que viven en su cabeza binaria, heterosexual y cisgénero, que somos una presunta mayoría, - para nada -, creamos espacios imaginarios. La gente que se asume "normal" cree que le abre un territorio a la banda elegebetera para que se instale y sea visible. El asunto es que sólo era una cuestión de visibilidad. Que embone o no la idea entre los batos y las morras, viejos y jóvenes, pobres o más pobres...es otra cosa.

Conozco de cerca a los que son muy homofóbicos, lesbofóbicos, transfóbicos etecé y tienen la elegancia de no mostrarlo en mi cara. Sin embargo fuera de a quién le guste a cada uno, la genitalia que consumimos es un asunto privado y en nuestro caso mexicano, la preferencia sexo genérica es una cuestión de fe. Y te aconsejo, querido público, que cuando ofendan a una persona que no sea de tu tribu (seas buga, gay, lesbiana...), defiende a quien es discriminado por su condición sexual. Ya estuvo de dramas mamilas y primitivos.

Además estamos inmersos en México en un ejercicio de la sexualidad amiguo, porque ni todos tan heterosexuales o machines o le hago gestos a los penes...Por ejemplo, el Espuma era uno de los sitios a donde íbamos cuando salíamos del jale; los batos amaban ir ahí porque se untaban a las travestis y nos emborrachábamos con "Selena", "Yuri", "Lucero" y otras chicas que hermoseaban la oscuridad de la madrugada. Uno de nuestros compas gozaba dándole sobadas de culo a Selena, casi su novia. Salía enamorado de ahí cada noche. ¿Ustedes creen que ese señor con hijos y esposa ahoy se cree gay?

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