Ivaginaria / Todas las formas de calentarse

AutorElia Martínez-Rodarte

Antes de enfrentar las temporadas de frío, pensemos en que hay que redoblar esfuerzos en la etapa invernal, que se encuentra cercana. Habremos de forniciar bajo las cobijas y al menos que tengamos a todo lo que da la calefacción, no habremos de encuerarnos con tanta facilidad. He visto estos inviernos a cualquier tipo de encueratrismos: unos que salieron a mear al bosque en la sierra de Arteaga en la madrugada y andaban en calzones; a un bato descalzo que se fue de una fiesta de mi casa mientras llovía; a muchas en las posadas con vestidos de media nalga afuera... pero ahora no sólo debemos iniciar el invierno con vitamina C, sino con precauciones para una actividad sexual más encerrada.

Cualquier situación de encierro, aunque sea en la habitación del motel, deberá de ser aireada de vez en cuando. Si van a hacer una orgía o un grupo con más de tres personas, procuren la presencia de condones continuos en un salón con suficiente espacio, incluso para el doble de personas. Algo conveniente es que usaran tapabocas en la medida de lo posible. Aunque a nadie le gustan sus orgías con aires de serie de hospital, no está de más informar que una actividad swinger o de orgía es de semáforo naranja, lo que indica que hay un riesgo de contagio.

Así como con el VIH sida, no tengo porque limitar la información sobre COVID aunque hagan caritas, porque teniendo riesgos ante ambas epidemias, no nos queda más que vigilar todo lo que salga de mi cuerpo. Por ejemplo, son fuente de transmisión de VIH: el semen, el líquido preseminal (es decir, si tragamos semen es riesgoso), los líquidos vaginales (desde los lubricantes hasta los del orgasmo), vía transfusiones sanguíneas o de la madre gestante a su bebé. En el caso de la pandemia, la saliva es el fluido a cuidar que no se esparza.

Yo no sé el querido público, pero si algo recuerdo yo haber esparcido en el planeta Tierra, es baba emanada de mis fornicios. En todas las modalidades de expulsión. Voluntaria e involuntariamente. En la piel de quién sabe cuántas personas y éstas a su vez salivaron encima de mí, de forma voluntaria e involuntaria. Hubo personas especialmente babosientas en cualquier manifestación salivatoria. No recuerdo en específico, pero me resultaba extravagante quien...

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