Ivaginaria / Tallando

¿Por qué algunas personas creen que se limpian a conciencia cuando se bañan?

En estos días de verano inclemente tenemos que padecer los olores y hediondeces propias y ajenas porque así nos toca con estos climas. No me excluyo porque tampoco defeco florecillas ni sudo lociones. Apestamos y lo manifestamos alegremente como si no hubiera prójimo, porque es difícil controlar las emanaciones que surgen después de que nos hemos estado asando casi el día entero.

Aunque nos hayan enseñado la cancioncilla mamila de Pimpón, el muñequito más limpio de las melodías infantiles, no he sabido de algotro tema musical que hable sobre la higiene que diga la neta de dónde, cómo y con qué fuerza hay que tallarse. Empezando desde niñ@s, cuando iniciamos la ducha sin la ayuda de nuestros padres, que es el momento de adquirir buenos hábitos. Hay que enseñar a las criaturas a lavarse la pudenda y la zonas más a la sombra, para que sepan preservar la costumbre higiénica.

La gente no se lava detrás de las orejas, por ejemplo, o al menos muy poca. De pronto nos hallamos con alguien que luce una mancha extraña y todo por hacer como que hace con la esponja y el jabón. Recuerden que en esa parte se hace una costra y que cualquier costra sea de lo que sea, siempre se verá mal.

Un sitio que abandonan las personas a la hora de tallarse de forma contundente, es el interior del ombligo. Much@s nomás se embarran un poco de espuma, más que nada en la zona de la panza y se la frotan, casi acariciándola.

Pero poc@s hurgan bien ese hoyito (esto interprétese como mejor te plazca).

Tod@s saben que con el tiempo en dicha cuevecita, habitarán nuevas especies de murciélagos albinos o bien será una fábrica de adobes. Me dan más ternura quizás los que albergan pelusas de muchas calañas. Si las conviertesen en hilo podrían hacerse una bufanda. Si hay gente así y les conocemos. Por ello es un asunto risible.

Las costras en el codo, en los tobillos, en las rodillas; el pelo que luce como si le acabasen de poner brillantina; las uñas negras; los pies ajados y descuidados<00A6>todas son taras que se deben evitar por una cuestión de higiene básica y porque la carcaza también necesita mantenimiento.

Lo más irónico es que gracias a nuestras herencias prehispánicas e incluso la mora (traída...

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