Ivaginaria / Más que un simple amarre...

En aquellos días ensayábamos el cachondeo, enredándonos los cuerpos desnudos con vendas, las que yo usaba para fajarme el vientre después de la cesárea: unas bandas gruesas y blancas con las que Joaquín me disfrazaba de momia, dejando una abertura sólo en los sitios convenientes, que no necesariamente eran en la genitalia o el culo.

Era una forma primitiva de bondage, de jugar a las ataduras. "El bondage incluye actividades que implican sujetar el cuerpo con diversos materiales, por ejemplo: listones, telas, vendas, plásticos o cuerdas. Engloba todas las prácticas de intercambio erótico del poder de una manera consensuada y que puede o no incluir un estímulo doloroso", nos comentó Krystal de Sade, entrevistada para este tema.

El shibari (que en japonés significa atadura) es una forma de amarres que considero, va más allá de un atado de cuerdas para someter e infligir o no dolor, se ha puesto de moda entre la banda vainilla, es decir, las personas que no somos practicantes del amarre, dominación, sumisión y sadomasoquismo (BDSM).

"Últimamente con el auge de 50 Sombras de Grey, están un poco más abiertos a probar y se les hace un juego travieso, aunque sigue existiendo la idea de que es algo pervertido", expresó Krystal de Sade, quien es integrante del grupo Calabozo MX (www.calabozo.com.mx) una comunidad formada desde hace 5 años, que se ha dedicado a realizar talleres, conferencias y fiestas, no sólo sobre bondage, sino BDSM en general.

Aunque ya no quiero vestirme de momia con mis vendas viejas, el shibari ha llamado mi atención por lo interesante de los amarres, la forma en que el cuerpo luce atado y las muchas mañosidades que se me ocurren para elaborar sobre un cuerpo a merced de mi lengua.

¿Por qué amarrarse?, le pregunté a nuestra asesora en cuerdas y nudos: "Muchas veces la atadura te da la libertad de sentir, de dejarte que alguien más tome el control de las sensaciones al ponerte vulnerable. Otras personas sienten un abrazo y se sienten protegidas".

Krystal de Sade nos menciona las nociones básicas del bondage: "Tener unas tijeras de seguridad, no cualquiera, sino las que se pueden conseguir en tiendas médicas. Mantener la comunicación en todo momento. No atar las articulaciones: no cuerdas detrás o sobre los codos ni las rodillas y evitar en lo posible las muñecas, se debe procurar atar pasando el...

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