Ivaginaria / Sangrado libre: la misión

Si los batos comprendieran la experiencia de la menstruación sería un mundo equitativo y hermoso. Es un trabajo de muchos años para nosotras mantener la menstruación como un estadio limpio, inodoro, cómodo, sin tabúes o prejuicios, sin dolor ni accidentes e incluso dentro de las frecuencias de la vida sexual coital o de acercamiento a la vulva y a la vagina, que es por donde sale este desecho corporal. Una forma de vivir la regla es con el sangrado libre, que es una manera de administrar la salida de la sangre del cuerpo. Como si abriera y cerrara una llave, pero del orificio vaginal.

Controlar físicamente a los órganos sexuales pélvicos internos y externos a base de disciplinar los movimientos de la vagina apretando, soltando y agarrando, es un jale de vida de las mujeres, pero tiene unas ventajas tan grandes, que si lográramos el poder en nuestra vagina como lo desarrollamos en otras partes del cuerpo, podríamos obtener muchas ventajas, ahorros y sexo chido. Y obvio, sangrado libre.

Este procedimiento de sangrado libre se basa totalmente en el conocimiento profundo de nuestra regla y sus características: cuándo viene, cuánto flujo aparece cada mes, si hay dolor o cólicos y cómo se desarrolla a través de los días en que se aposenta, dependiendo de cómo sea el ciclo ovárico de cada quien. Generalmente es de 21 a 28 días pero hay variaciones.

La mujer debe saber esto y además ejercitar la vagina con los ejercicios Kegel y también haciendo pesas. Las bolas chinas que se usan para coitos divertidos y kinkis, pueden fungir como pesos para cargar con la vagina e ir incrementando su fuerza y resistencia. Apretar apretar y apretar más es la misión de la vagina, de nuestro agarre, dependerá su fuerza.

Además es vital el conocimiento de nuestra genitalia y cómo funcionan los órganos sexuales pélvicos internos y externos para lograr este libre sangrado. Recordemos que la regla sale por el canal vaginal, la orina por la uretra y nuestros ejercicios ayudarán a empoderar esa región de nuestro cuerpo, totalmente oculta. Vamos a fortalecer la vagina, sus paredes y el piso pélvico, que desemboca en el perineo, esa zona entre el culo y la zona de la vulva y la vagina. Lo podemos sentir como si apretáramos el ano, pero lo debemos...

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