Ivaginaria / Rehabilitación divorcio

Tal parece que una de las cosas seguras que queda sobre el matrimonio es el divorcio. Es la primera vez en mi vida que estoy rodead@ de much@s divorciad@s. Pero también hay gente necia o que tiene esperanzas, que a veces es lo mismo. Por ello me sigue sorprendiendo la cantidad de personas que no pasan un periodo de duelo razonable después de terminar una relación y haber firmado un nuevo contrato para negociar su libertad.

Todavía recuerdo a aquellos nenes de 18 años que participaron en un matrimonio igualitario colectivo, que se divorciaron porque después de casarse ya no se quisieron volver a ver. O a aquel hombre que me invitó a salir, que tenía tan sólo dos meses de haberse divorciado...de su tercer matrimonio. A lo mejor quería que yo fuera la cuarta. O a muchas mujeres que se encuentran en una convivencia conyugal casi de divorciados porque cada quien tiene sus vidas, sus novi@s, sus casas chicas y sus vacaciones con el mayate. No es una crítica a la gente que quiere casarse ni mucho menos, pero si es una forma de perder el tiempo. Empanocharse y matrimoniarse es uno de los peores inventos de nuestra civilización. Poc@s la piensan.

Pero creo que habrá que apoyar a la esperanza y a las ganas de volver a enamorarse (ash...).

Para es@s divorciad@s que apenas han salido de la licuadora y se encuentran en periodo de duelo, por favor, anoten lo siguiente:

Si tronaron hace seis meses y vivieron seis años en pareja, entonces deberán esperar mínimo un año o dos para que la herida sane por completo. Dicen que el tiempo de duelo debe ser la mitad de lo que duró la relación. Aunque me parece una locura, es necesario.

En la fase de duelo debemos primero de desafanarnos de la toxicidad que se creó al empezar el truene. A desacostumbrarnos de esa rutina que ya teníamos construida alrededor de otra persona. Y lo principal: reconstruir el ego. Todos al terminar sentimos que fallamos y fuimos estúpidos. Aunque eso también es cierto, no toda la responsabilidad debe recaer en nuestras personas, a menos que la hayan esparcido tremendamente como lo es una situación de infidelidad y cuernos.

Luego de más o menos haber sacado la cabeza del agua tras algunos meses del truene, vislumbrar quién nos saque de la...

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