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Ivaginaria / Se le quemó la leche

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Vincent

Estamos aprendiendo, pero sobre todo, estamos poniendo las nalgas contra la pared ante los agresores sexuales y denunciando. Pero es que, ya no deben pasarse de veras. El caso del cocinero estadounidense Mario Batali, ha dado uno de los más grandes escándalos recientes sobre hostigamiento y acoso sexual.

Es el típico chef gordo muy goloso, que gracias a sus dotes en la cocina ha logrado construir un imperio gastronómico, y pues también a su carácter mediático, porque se le da la tele y las redes sociales.

Hay que detenernos un poco para decir algo: creo que no habrá impunidad de ahora en adelante, al menos en el quemón, porque no hay denuncias efectivas en la mayoría de los casos. No ha habido penalizaciones jurídicas a ninguno de los agresores. Pero con la denuncia se señala.

Al gordo Batali se le acusa de tocamientos inapropiados y fajes a sus empleadas y conocidas en sus centros de trabajo, así como manoseos a mujeres ebrias que no pueden o saben defenderse en estado etílico. También se especula que el chef tenía un cuarto de violación, "the rape room", en donde presuntamente sus clientes podían tener goces carnales, además de la fiesta gastronómica que les ofrecía Batali.

Una de las denunciantes acusó a Batali de que él quiso obligarla a sentarse en la cara de uno de sus amigos y clientes y todas las denuncias se relacionan con conductas asqueantes y marranas, en especial porque además de ser un líder de opinión, el cocinero se dedicaba a uno de los placeres humanos que él continuamente mezclaba con los asuntos sexuales. La gula sin duda es a la lujuria, hasta que se convierte en una conducta de acoso e impropia.

Batali como cualquier acosador u hostigador, primero que nada es una figura de poder y estaba en el mejor momento de su carrera. Las denuncias de las que fue objeto, no son más que el largo recuento de años de cómo el bato se pasaba de lanza, manoseando morras que además eran sus empleadas o clientas en algunos casos.

Hasta eso, Batali ha aceptado las acusaciones aunque no sepa de quién provienen, porque él sabe quién es, y en estos días de descobije, quizás hasta esperase que le tocara dados sus antecedentes. Este es el mejor momento para denunciar a los agresores sexuales, y alguien como Batali, con un perfil tan alto...

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