Ivaginaria / La posada del trabajo...

AutorElia Martínez-Rodarte

Estamos a dos minutos de que se acabe el año y a medio minuto de mi cumpleaños el próximo 29 de diciembre. Creo que es preciso ser realistas y empezar la temporada de las fiestas con el protocolo del cuidado en las posadas y las relaciones erótico afectivas que algun@s mantienen fuera y dentro de las instalaciones de su empresa. No quiero empezar los censos del terror, pero quizás más de la mitad de las personas que me han escrito, han tenido alguna relación de sexo o de enamoramiento con cierta entidad de sus ámbitos laborales. Lo cual es de mega hueva, pero apeguémonos a la realidad: es algo cotidiano.

Mucho se arriesga en el ámbito laboral al haber una relación romántico afectiva y sexual. Estaba leyendo un estudio de Mercedes Zúñiga, publicado por la UAM, y las mujeres siempre se llevan la peor parte en cuestión de liarse con alguien de su trabajo, porque muchas veces las condiciones ya están dadas para que la comunidad de mujeres sea como el coto de caza de algunos. La "carne fresca". Entre el acoso sexual y el mobbing, que es el acoso laboral en varias modalidades, Zúñiga establece los escenarios laborales como lugares en donde prevalece el sexismo, el machismo y otras violencias.

Las mujeres en el trabajo se "ven mal" cuando se meten con señores de su entorno laboral, pero a los hombres no se les critica tanto y a lo largo del tiempo siempre se privilegia al trabajador hombre. Por ejemplo, si el jefe se acuesta o se hace novio de la secretaria, en muchas empresas, despiden a la secretaria cuando la relación trasciende la tranquilidad del centro de trabajo. Las relaciones en el trabajo que implican a personas casadas, comprometidas o con compañeros sentimentales, de un implicad@ o de los dos, son una bomba de caca que siempre explotará.

Aquí no vamos a acabar de criar a nadie. Asumimos como lector@s de esta columna a personas adultas mayores de edad que ya han recibido unas cuantas despeinadas por parte del huracán de la vida. No está de más señalar el asunto de las relaciones sexuales y amorosas en los lugares de trabajo en donde cada quien se desempeñe, como un asunto a observar con detenimiento. Nadie quiere vigilar las verijas ajenas.

Sin embargo...

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