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Ivaginaria / En la piel del hombre: la erección

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Vincent

Estimados miembros: en cada sitio en el que se nombra en voz alta la erección,o que el pene se pone duro, o que está firmes, siempre habrá un silencio. No sabemos si respetuoso ante la imagen del brillo de un glande caramelizado o porque todo lo que se relaciona con el fornicio y sus palabras netas, pone de nervios a la gente. La imagen del falo firme impone, porque suele dársele ese aire de importancia y poder. Que es inherente a su sabrosura.

¿Qué sienten los hombres cuando se les para? y ¿qué sienten cuando no?

Nosotras quienes consumimos penes debiésemos entender como funcionan las erecciones y cómo actuar ante la ausencia de alguna, en especial en aquella disfunción que sólo sucede de vez en cuando.

Indagando con mis hombres preferidos, me he enterado que cuando a ellos se les para, sienten la presencia de la carne. Como nuestra genitalia es interna, y no podemos manipularla, los batos experimentan más intensa su excitación y la piel que se estira en su falo. Tanto como puede ser placentero sentir cómo se extiende la piel, como una sensación incómoda en especial cuando no la quieren tener erecta. O es muy visible y ostentosa. Cosa que ni tiene que ver con el tamaño siempre.

Un hombre puede experimentar distintos momentos duros a través del día, incluyendo el meado mañanero, que es precedido por una erección bastante engañosa, porque la vejiga esta llena y el pene erecto es como la bandera en alto, la señal decir a desaguar los dentros.

Luego cualquier cambio en la temperatura, las condiciones que rodean al miembro, la tela de la ropa cercana a la entrepierna, fomentarán o quitarán las ganas de que el pene se pare. Al experimentar la piel del miembro una extensión en su largo y grueso, no quiere decir que esté cachondo siempre, sino que sucede el sano ejercicio del cuerpo de probar sus potencias. Se para porque puede.

Las ausencias de erecciones ocasionales, es decir, no un problema de disfunción eréctil permanente, deben ser tratadas con comprensión y mucha compasión, en especial porque los hombres se atolondran cuando no se les para, y empiezan a actuar erráticos, con culpa y vergüenza en algunos casos, y en otros, el humor es la mejor arma en contra de un pene rebelde.

Quizás las mujeres estemos más preparadas para lidiar con la ausencia de erecciones, y cuando al tipo no se le pone dura. No pregunté con los amigos gays sobre la no erección, porque nuestra aproximación al pene es similar a la de la banda gay, pero siento que ellos...

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