Ivaginaria / Ellos también se orgasman

Es un momento épico el que se pinta en el rostro del hombre que orgasmea eyaculando o eyacula en orgasmo y sus variantes. Creo que el que grita más es el que menos se viene, que los silenciosos a veces sufren, que el entusiasta de Dios se vuelve más fiel y que es una de las manifestaciones corporales del organismo entero, no sólo en la genitalia de un hombre. Si sienten que se desmayan, o que les quedan las piernitas de Bambi recién nacido, o una punzada en el epicentro de los testículos, o un jalón de nervios o una punzada en el perineo o en el ano, todo ello quiere decir que la buena leche ha abandonado la nave con éxito rotundo a una velocidad no mayor a los 47 kilómetros por hora.

El orgasmo y la eyaculación pueden ser una o separadas, ya que existen casos como en la eyaculación retrógrada, en la cual el semen no se expulsa, entonces se retiene o "se devuelve" a la vejiga y el cuerpo lo asimila. Esto proviene quizás de un joven que aún no madura bien su aparato reproductor masculino o bien en hombres que sufren algún padecimiento por hipertensión o la ingesta de ciertos medicamentos y asimismo por padecimientos en la vejiga. Esto no altera las erecciones, el don dorado que los hombres tanto atesoran.

El orgasmo de los señores es poderoso e intenso, y ninguna de estas situaciones se relaciona con la duración, pero sí con el buen funcionamiento del equipo, ya que cuando un hombre experimenta una gran venida, la oxitocina que libera el cuerpo en ese momento, favorece la circulación sanguínea. Hay que recordar que la buena salud de la próstata de mis chulos proviene de eyaculaciones frecuentes. Mastúrbense o arrímense, pero el semen debe de estar en continuo movimiento en el perol, para evitar el cáncer de próstata.

Lo que provoca que el orgasmo de los señores sea intenso, amén de las eyaculaciones, es el control de la capacidad de venirse. Aguanten, aprieten y expulsen respirando como hemos comentado: despacio inhalar y exhalar aventando todo hasta Roma. Los ejercicios Kegel que tantas alegrías le han dado a esta nación, ejecutados en las vaginas de mis camaradas, sirven asimismo para fortalecer el piso pélvico de los hombres y así sostener la eyaculación y el orgasmo.

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