Ivaginaria / El niño no tiene la culpa

Las niñas, niños y adolescentes deben saber que la violencia es una enfermedad del alma. Es una lesión de nuestra sociedad, como la del reciente tiroteo en Torreón Coahuila. Jamás me atrevería a culpar a esa criatura que tuvo su momento de ira definitorio, ante la frustración y la angustia, el menoscabo, el acoso y el bullying.

Un niño de 11 años que cursaba el sexto de primaria se suicida en su escuela después de dispararle a ocho personas, dejando heridos y una persona muerta, una de sus maestras. No entraré en los generales ni puntualizar nombres. La situación en la que se encontraba el menor era de una absoluta falta de compasión y acompañamiento.

Recientemente había perdido a su madre y quizás la galopante normalidad de la violencia cotidiana, la sensación de abandono y hasta lo violento de los viodeojuegos, se menciona como una causa, hubiesen detonado en él este episodio. Asimismo que realizó una apología a la matanza de Columbine en Estados Unidos en 1999, perpetrada por dos adolescentes que posteriormente se suicidaron tras asesinar con armas largas a 13 personas e hiriendo a casi 30. Lanzaron una bomba contra los policías. Su objetivo era realizar un atentado que superara al de Oklahoma, cuando una bomba detonó en un edificio federal en 1995.

El asunto es que un evento de violencia es superior al otro, en virulencia, en odio y en esa peligrosa ostentación de cómo es tan fácil cargar y disparar un arma. En manos de niños y adolescentes. En Estados Unidos en donde es tan normalizado y en México, en donde se han presentado fenómenos parecidos, como hace algunos años en un colegio de Monterrey.

No podemos normalizar la violencia. No es civilizado y es un retroceso humano. Y es imperdonable que nosotr@s los presuntos adult@s, no detengamos de inmediato esta escalada, al menos responsabilizándonos ante esta situación con los menores y jóvenes. No podemos dejar que esto se siga pudriendo.

En mi página Ivaginaria en facebook repliqué un material bastante útil para que nosotr@s podamos lidiar con este fenómeno de la violencia, ante los niños, niñas y adolescentes replicándolo y discutiéndolo como un hecho que nos lesiona a tod@s. Con una conciencia de autocuidado y a que sepan expresar sus...

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