Ivaginaria / ¿Un mundo sin penes?

A las personas que verdaderamente aman el pene, omitan la lectura de esta columna de ciencia ficción y de horror: hablaremos de un escenario sin (muchas) erecciones brillantes como el casco de Darth Vader.

Un mundo sin hombres, ergo, penes, se recrea en la película "No Men Beyond This Point" ("No Más Hombres, Después de Este Punto") del director Mike Sawers. En este docudrama, un planeta poblado de mujeres y escasos hombres, sobrevive gracias a la partenogénesis, que es la reproducción de algunas especies vía el gameto femenino sin espermatozoides y que sólo genera hembras. Así sucede con ciertos lagartos, peces, insectos y hasta en algunas ratas.

En la cinta, los hombres casi se acaban y una sociedad femenina y asexual vive sin varones, se reproduce sin ellos, nacen puras bebés, gracias a que las señoras empiezan a embarazarse solas. El último hombre, de 37 años y el más joven de la especie humana, es el sirviente de una pareja de mujeres que tienen varias hijas, y es el que mete el desorden: se enamora de su jefa, en un romance prohibido por el gobierno. Las relaciones heterosexuales están casi extintas y prohibidas.

Los hombres son seres raros con los que nadie se quiere rolar. Ellos protestan por ser unos apestados y ellas ya son un enorme bloque con menstruaciones sincronizadas en una sororidad mundial que los batos no soportan: por eso ellas los confinan a campamentos en donde puedan terminar sus vidas en paz los últimos señores que les quedan.

La ausencia de hombres elimina la guerra, los ejércitos, las enfermedades más horribles y por supuesto la sabrosura de meter un pene en un orificio vaginal, bucal o anal.

En la película las mujeres van perdiendo el interés por el sexo, atribuyendo la ausencia de hombres a la natural evolución de nuestra especie: la madre tierra quiso que sólo las mujeres poblaran nuestro planeta, convirtiéndolo, según el docudrama, en un sitio más civilizado en donde hasta Dios, como figura de culto en las religiones, ha sido desplazado: ahora se honra a una Diosa.

La idea de nuestra especie sin hombres no es algo nuevo, en la literatura y en la ciencia. La teoría de una posible disminución de varones, se debe a la presunta debilidad del cromosoma Y. Nosotras somos XX y ellos XY. Debido a la pobre carga genética del Y, Brian Sykes, genetista de la...

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