IVAGINARIA / Muérdeme, pero no me dejes...

...¡chupetones, méndigo! A algunos les parece una ordinariez y otros se prenden con ferocidad cuando les muerden y presionan la piel, dejándoles una marca morada que va mutando en colores tornasol hasta que desaparece.

El chupetón es una sabrosura para quién le guste, pero siempre suelen ser heridas de la guerra forniciatoria que exhiben a los portadores de las mismas, como cachondos, pervertidos, depravados porque dejan la evidencia de que les dieron una ponencia brava. Y generan envidia también. Sino a santo de qué a las personas se les cae el peltre cuando ven uno. Porque saben que a quien lleva la mordidota en alguna parte del cuello se la pasó bien sabroso anoche.

Y ésos sólo son los chupetones que vemos. Los moretes que se ven en el cuello, hombros, nuca, brazos (¡oh!), antebrazos, también son igualitos que los que traen l@s chupetoneados en las nalgas, los pechos, el estómago, la espalda, los chamorros (¡aush!), rodillas, muslos y parémosle de contar ahí porque creo que es una desgraciadez que le hagan a cualquiera chupetones en las zonas en donde no nos pega el sol, porque sin duda vamos a aproximarnos a un sitio de dolor intenso. Es decir, no conozco a nadie que haya exhibido unos chupetes en los cojones o en los labios vaginales. Eso quizás sea un poco extremo por el martirio que ocasionan.

Lo más interesante del chupetón es que siempre se genera bajo condiciones de un cierto sadomasoquismo, porque permitimos que alguien se babosee en nuestras pieles mientras estamos en medio de un coito o en el recorrido de las caricias y los besos. Duele, pero gusta o a veces ni lo sienten por estar concentrados en la refriega. Pero es difícil que no sea notado.

Sucede en ocasiones que la gente no se da cuenta que anda como leopardito hasta que se baña y encuentra manchas moradas, verdes y amarillas. Y ahí es en donde vuelve a comenzar el recorrido hacia la memoria del fornicio que nos dejó marcados, y hasta sirve de película para la siguiente paja. Nadie sabe mejor la historia de los chupetones más que quien la protagoniza. El chupetón es una...

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