Ivaginaria / El matrimonio igualitario entre piratas

Los piratas y bucaneros fueron revolucionarios en su tiempo: no sólo crearon sus reglas para habitar el mar, sino también fueron pragmáticos: se "casaban" con sus compañeros de tripulación o con algún siervo (esclavo, criado, acompañante...) por cuestiones de protección, cuidados, herencia, manejo de sus bienes. Esto implicaba, o no, una relación homosexual, sin embargo dada la restricción de mujer en los barcos, la poca actividad sexual y lo mucho que bebían en altamar, seguro que se daban.

Herman Melville, el autor de "Mobydick", abordó en sus obras las relaciones de poder y de amor entre hombres, sutilmente, que en altamar se convierte en otra forma de vida: solitaria, aislada y arriesgada. Sin embargo, gracias a su narrativa contundente y profusa en detalles conocemos la historia de la gente del mar, peculiar y muy acotada en cuanto a la posibilidad de relaciones. Todas las costumbres de los piratas, desde la famosa arracada (que siempre traían porque, si morían, el valor del arete les garantizaba un buen entierro) hasta el parche (que servía para ajustar la visión de acuerdo a la luz), poseían una razón de ser: la alianza entre hombres era una consecuencia de la soledad marítima y algo muy común.

El académico español Rodrigo Andrés, estudioso de Melville, y autor del análisis "Herman Melville: amor y poder entre hombres", explica que las relaciones homosexuales visibles en la otra de dicho autor, son parte de los usos y costumbres y pragmatismo de la dura vida en el mar. Con un abordaje de diversidad y de liberalismo, contrario a la homofobia que sataniza las relaciones amorosas entre hombres, que son las más antiguas del mundo. La última novela de Melville, editada después de su muerte, "Billy Budd Sailor", es una de las obras que maneja de forma más dramática y contundente la problemática de la homofobia, y la manera en que los hombres manejan las situaciones homosexuales cuando son homofóbicos: con doble moral y miedo a que a ellos se les vire la canoa también. Cada homófobo guarda a un pequeño gay dentro de sí.

Los hombres aman a hombres de una forma entrañable, sólida y duradera: despreocupada además: no palpita entre ellos la reproductividad. Los piratas no dudaban en practicar el matelotage, que es un galicismo que define la unión entre dos hombres que, en un compromiso, unen sus vidas y sus bienes.

Las religiones y las instituciones conservadoras se...

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