Ivaginaria / ¡Liberemos la malteada!

El semen es la lechita de l@s dioses. Y la leche no es cualquiera cosa: es la nave espacial en donde viajan todos esos millones de espermatozoides rumbo al óvulo (ovocito, huevo...) que producirá a otr@ tontone para el universo.

Por ello es que en este lado del planeta, en Occidente, los hombres cuidan mucho sus eyaculaciones porque están supeditando su placer, quizás caballerosa, pero inútilmente, a que la mujer termine. Considerando que el rango de orgasmos está guango en nuestra república sangrienta, aquellos varones en pos de la venida femenina, seguramente conseguirán un gritazo de miedo. Él en su triunfal mente dirá: soy una súper reata...Ella en su fatigada mente resolverá: ¡está funcionando el aullido, deja me remoloneo más para que ya se quite y deje dormir...!

El orgasmo es responsabilidad de la persona que lo quiere experimentar, con la colaboración especial de quien metisaca. Sin embargo, las mujeres, de forma egoísta y comodina en ciertos específicos casos, prefieren asumir una actitud pasiva y responsabilizar a sus compañeros de sus orgasmos y de su placer. Nosotras también debemos de sabrosear y ponerle, damas queridas, incluso el orgasmo nosotras lo podemos fabricar con pura crema batida mental. Hasta con sentirse buena una termina por terminar.

Es necesario liberar la malteada de los varones y permitir, y quizás invitar, a que expresen sus eyaculaciones sin depender del placer ajeno, al menos no en todas las ocasiones. Existen trances horribles en los que de tanto sacarle punta al lapicillo llegan al borrador.

Esto es una deconstrucción de nuestros usos y costumbres sexuales y es maravilloso, porque el cambio y variaciones en la ejecución del sexo es excitante, casi como si fueran a forniciar con otra persona (ash...), pero sin esos infieles dramas innecesarios de un lloroso tablao.

No se trata de marranearse en la eyaculación precoz ni justificarla, porque ése es un problema de ansiedad y quizás fisiológico que debe examinar un urólog@. Pueden alivianarlo jalándosela antes de, pero como sea requieren atención médica y no tomen ningún fármaco sin receta.

Tampoco es una forma de justificar la aneyaculación, que es un tremendo problema de mil implicaciones culpígenas para el varón y su pareja. Imaginen vivir con un hombre que nunca eyacula o que sólo lo hace en situaciones específicas. Otro caso para el urólog@.

El mensaje de eyacular...

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