Ivaginaria / Lactafilia

AutorElia Martínez-Rodarte

Hace algunos años una amigui que desata pasiones nacionales me pasó un intrincado chisme sobre una pareja sampetrina que se acababa de casar. Fue motivo de una columna que les compartí hace tiempo. Quienes me leen desde hace un rato seguro se acordarán. Se trata de una historia de una familia mega millonaria. Que como todos sabemos, los chismes sobre los mega ricos son más sabrosos, no sé por qué, como ahora que se les incendió la boda a los hij@s de los dueños de la Soriana y de la Comer, dos de los supermercados más masivos en el país. Mil quinientas personas en un bodorrio en San Miguel de Allende que terminó en un aparatoso incendio y con 26 heridos. La verdad es que creo que el incendio es invitar a tantas personas que ni al caso, pero ya ven que hay gente que tiene muchos compromisos. El chisme de la columna de hace tantos años se trata de que un bato se casa y, cada noche en su luna de miel en un crucero se desaparecía un rato después de cumplir con los deberes conyugales de esposo recién casado. Siempre el mismo protocolo: fornicio y luego un receso que se tomaba solito. Su esposa nueva lo sigue, extrañada de esos paseos luego de echar delicioso y, lo encuentra en un camarote en donde sorprende al esposo siendo amamantado por su madre quien de forma discreta andaba también en la luna de miel en el mismo crucero. Obvio es que, la leche materna sí les gusta a muchos adultos, de hecho, se les llama vampiros blancos a dichos lacto gourmets. La leche materna o de las mujeres que están lactando no es ningún producto al que muchas personas sean indiferente. De hecho, hay quienes prefieren tomarla porque es una fuente de proteína porque se ejercitan. Luego cuando publiqué esto de la leche materna, salieron muchas arrepentidas de haber donado su producto a la liga de la leche en vez de haber recibido un pago por sus muchas malteadas que ellas producían en su etapa de madres recién paridas, que no se daban abasto de biberones qué llenar con el saca leche y que además alimentaban a bebit@s cuyas...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR