Ivaginaria / Kamasutra para sentir

AutorElia Martínez-Rodarte

Porque la lujuria siempre nos salvará de nosotr@s mismos, consulto algunas netas del Kamasutra para esta columna. Como siempre me parece interesante y actual la forma en la que tod@s necesitamos que nos digan hasta cómo debemos forniciar. Ya no quiero escribir coger porque la palabra aún les raspa a much@s, pero ash.

Con el Kamasutra sucede lo mismo que con la Biblia: los han traducido de aquí para allá, perdiendo y ganando en la traslación, y siendo interpretados como mejor le convenga a los intereses del usuari@ de ambos textos milenarios. Pero de entrada el Kamasutra, lo que a mí me reveló, es la experiencia sexual como parte de una integración de todos los sentidos y sensorialidades de un cuerpo. Es como el sexo en ácido, que crees que en realidad te has fusionado en otro cuerpo y encima, con juegos de luces de colores en tus dentros y emanando. Eso buscan estos tratados eróticos de la India del imperio Gupta, que fue una de las eras doradas de dicha cultura en lo militar, comercial y social, aunque muy marcada por las castas. Podríamos decir que la procuración de buen sexo, es a los tiempos de buenaventura y paz.

En el Kamasutra, como en casi toda la historia antigua, las morras debían de fletarse una enorme cantidad de afanes, desde hacer bien la tarea en las posiciones que estudiaban para ser buenas esposas hasta en lo cotidiano y doméstico. El Kamasutra es una especie de instructivo como aquel chiste que dice que las mujeres debemos de ser unas putas en la cama, unas santas quién sabe dónde y el resto no me acuerdo.

Las mujeres debían ser diestras en 64 tareas que hubieran hecho a cualquiera sacar el título de doctorado en un año. Hacían música, hablaban del arte de la guerra, sabían entretener y cocinar, y además de todo, eran unas tigras en la cama en cualquiera de las anudadas posiciones del sagrado libro del sexo. La responsabilidad femenina era considerada muy grande, y creo que eso mismo debilitaba la noción del placer. Esa consigna de cumplir para satisfacer, es un rol femenino del sexo que compartimos con los orientales.

Las instrucciones para los hombres en el Kamasutra también les aportan varios retos desde que...

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