Ivaginaria / Guantes para la sangre menstrual

Nunca pensé que diría algo así, pero un par de hombres alemanes sumamente idiotas, inventaron algo que se llama Pinky Gloves, que quiere decir guantes rosados que sirven para manipular toallas sanitarias con sangre para que las mujeres no toquen eso con sus manos y asimismo como un envoltorio para desechar.

Eugen Raimkulow y Andre Ritterswürden fueron los dos ingenuos que en un programa de Shark Tank en Alemania, tuvieron la pésima idea de presentar los guantes antes citados que sirven para tomar con las manos protegidas a las toallas sanitarias usadas, los tampones manchados y hasta la copa menstrual sangrante...

Me sorprende que con la evolucionada educación en la sexualidad que tienen en Alemania, este par de viejos rancios llegue a la conclusión de inventar algo que no tiene absolutamente nada que ver con ellos. Y que además es pésimo para el medio ambiente.

Primero, están inventando algo sobre lo cual no saben ninguna maldita cosa. Ellos argumentan que ambos han estado casados con mujeres que han tenido menstruaciones, por lo que han visto cómo viven ellas sus procesos y que, en el momento de la regla, pues ellas tiraban sus toallas o tampones a la basura y a la larga eso huele mal.

Cuando yo era una niña que empezó a menstruar, mi mamá me enseñó a tener tiras de papel periódico para que, cuando tirara la toalla sanitaria, la envolviera. Eso minimiza el olor de la sangre, que como quiera va a oler. ¿Qué esperaban? Es un desecho del cuerpo...No empiecen con sus caritas.

El asunto es que desde que ellos presentaron los guantes, les ha caído encima una ancestral tormenta de caca, con justa razón.

Primero, la regla no es un asunto de hombres cisgénero (remarcando la excepción de los hombres trans). Con este invento de los guantes, queda clarísimo que los señores no tienen ni remota idea de lo que significa la regla, ni siquiera cuando pretenden saberlo.

La regla ha sido estigmatizada y señalada como un estado impuro, por muchas personas y culturas primitivas, y además no es algo que se haya erradicado. Quien vive la menstruación tiene que hacerlo con todos los señalamientos vergonzantes que implica y el hecho de proponer tocar con guantes a las toallas o tampones para desecharlos en un guante rosado, es discriminatorio y...

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