Ivaginaria / Fobias sexuales

AutorElia Martínez-Rodarte

Tal como existen filias que nos excitan y nos mueven a la actividad sexual o a la autocomplacencia masturbatoria, se presenta en el fornicio y en los momentos eróticos, una gran cantidad de fobias. Que todos tenemos, cada quien la suya.

Si a alguien le choca el olor del sobaco, ya estamos ante una fobia que habrá que remontar o de lo contrario arruinará la vida sexual, que siempre forma parte importante de las parejas, ya sea porque se tiene o no.

La eurotofobia, por ejemplo, es el temor a la genitalia femenina. Existen hombres que prefieren excitarse con otras partes de la anatomía femenina en general y evitan bajarse o tocar una vulva o vagina, porque el coño les parece raro y no logran acostumbrarse a su boquita sonriente.

El vaginismo, que es un padecimiento que impide que la vagina se abra para un coito o incluso para ponerse un tampón, es otra de las fobias más comunes y que por lo general se tratan con una terapia psicológica, para comprender los motivos de esta negación a ser penetrada.

Que puede estar relacionada al temor al abuso sexual, que también se clasifica dentro de las fobias sexuales. Se llama agrafobia.

La bromidrosifobia podría añadirse a las de tipo sexual porque es el miedo al mal olor corporal propio o ajeno, lo cual sin duda dificulta mucho el roce sexual. Sin peste no hay intensidad, pero en ocasiones estamos expuestos a aromas que pueden injertarse en nuestra nariz y acompañarnos durante días. El cuerpo siempre está pudriéndose. Hay químicas corporales que no se toleran.

La espermatofobia, que es el miedo al semen, es particular en ciertas fases de la adolescencia, en especial para l@s novicios del sexo que no saben para dónde saltará la malteada o las desprevenidas que no cierran los ojitos ante el chorro. Ello puede devenir en este temor.

Las personas que sienten repulsión o miedo al sexo sufren de genofobia. La medortofobia, es el temor a tener una erección. Medolmacufobia, lo contrario, es el temor a perder la erección. Lo cual resulta la mayoría del tiempo. Como esa enfermedad antigua del pánico en los guerreros a mitad de la batalla: si el pánico los empezaba a dominar ya estaban muertos...Aquí no muertos, pero sí la genitalia medio atarantada.

Aunque parezcan muy extraños estas fobias, son muy comunes y sobre todo secretas, porque son parte de la...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR