Ivaginaria / El falso embarazo de Flora Rawdon-Hasting

La joven reina Victoria, cuando llegó al trono, lo hizo enmedio de la escándala. No sólo cometió una enorme injusticia y ayudó en la deshonra de una mujer inocente, sino que además tuvo que poner en su lugar a su mamá y a su amasio.

La Inglaterra de los miles ochocientos tuvo una época muy prendida cuando la onda victoriana, porque ella era una chica joven cuando asumió el reinado a los 18 años. La reina Victoria se pasaba el día rodeada de señores viejos, como el primer ministro Lamb Melbourne, quien fue uno de sus grandes consejeros en el inicio, como Winston Churchill lo fue con la reina Elizabeth II.

Esa cercanía a Melbourne no le gustaba a mucha gente, y la chisma de que la reina Victoria tenía algo con su primer ministro, ya viejo rancio, era un asunto difícil de tragar. Pero en esas andaban los rumores cuando, una de las damas de compañía de la madre de la reina Victoria, empezó a engordar sospechosamente.

La sola noción de que una mujer de la corte cercana a la reina madre y a la reina Victoria, estuviera preñada de "nadie" porque no era una mujer casada, hizo cimbrar el entorno real.

Lady Flora Rawdon-Hastings era una mujer de 30 y pocos años, que vivía en la corte, bajo el matronaje de la duquesa de Kent, mamá de la reina. Esta última tenía un romance con John Conroy, un viejo rancio más corrido por terracería, quien creía que su presunta amasia, la reina madre iba a llegar al trono y él iba a estar al lado de ella como el garrote real.

Las cosas no salieron para nadie como las esperaban. La reina Victoria subió al trono, se casa con el príncipe Alberto con quien goza de amor y placer y la pobre de Flora empezó a vivir bajo un acoso y asedio al ver que la panza se le ponía más grande.

Todos sospechaban que John Conroy, amante de la reina madre, le había preñado. Entonces le hacen una prueba médica a Lady Flora, quien estaba intacta. Nunca había tenido vida coital, según las revisiones médicas victorianas, que seguro han de haber sigo igual de invasivas que las actuales.

Lady Flora no estaba embarazada tampoco. La pobre murió de un cáncer hepático tremendo, esa era la causa de su pancita prominente, porque...

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