Ivaginaria / Falopio, el carnicero

AutorElia Martínez-Rodarte

En nombre de la ciencia, científicos varones cometieron aberraciones en contra de otros seres humanos. A la ciencia también le han hecho bastantes agravios los humanos, en especial la institución de la iglesia católica. Las trompas de Falopio, dentro de los órganos sexuales pélvicos internos femeninos, representan un sitio de tránsito, pero protagonista en el hermosísimo y milagroso acto de la fecundación.

Primero les hablaré de lo hermoso, luego de lo asqueroso. Las tubas uterinas o trompas uterinas o trompas de Falopio u ovoductos o salpinges uterinas (porque están pegadas al útero), son unos túbulos musculares de no más de 12 centímetros. Son como unos bracitos que tocan con unos pequeños tentáculos (fimbrias) a los ovarios. No están pegados como se ven en libro de ciencias naturales, en donde parecen pretzels. Las fimbrias oscilan alrededor del ovario para detectar en cuál se va a producir la ovulación, es decir, la aparición de un óvulo. Al final de la trompa, que es la parte más ancha y peludita, se va atrayendo al óvulo hacia su camino a la fecundación o hacia la menstruación. Sólo vivirá máximo 48 horas y si acaso un espermatozoide osare a llegar hasta la tuba uterina, fecundará casi al final de la misma, es decir en la parte del infundíbulo o pabellón. El óvulo saldrá del ovario, pasará flotando como pelotita hasta las tubas en donde un espermatozoide hará lo suyo, ya que se nadó un buen tramo en el supuesto que el pene haya ocupado la mitad de la cavidad vaginal. Y eso que no hemos considerado la velocidad del lanzamiento de la eyaculación, pero como sea el amigo nadador sí tuvo que rifársela para atravesar la parte más delgada de la tropa y luego llegar a tiempo al óvulo, antes de que lo manden a hacerse sangre. Asegurado el destino del óvulo, la trompa y sus cilios internos, otro peluche, ayudarán al movimiento del mismo, haya sido fecundado o no fecundado: el óvulo al salir de las trompas será bebé o sangre.

Por ello el procedimiento de la ligadura de tubas ováricas o salpingoclasia es en realidad sólo un bloqueo de una función natural del cuerpo, para el control de la natalidad y de la antifecundación: el óvulo no llegará a la trompa.

Quizás cuando vayan a la...

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