Ivaginaria / Etiqueta de la orgía (Vol.4)

La fantasía de participar como miembro activo y pasivo en una orgía ha pasado por la mente de cualquiera. Aunque sea en aquella dimensión lejana, nos vemos pompeando sabroso en medio de una sala con mucha gente, quizás haciendo la vuelta charra por fin, o mamando como enajenad@ por aquí o allá, o sólo escuchando la orgía con los ojos cerrados a ver cómo gime la gente cuando está en pleno ensartamiento. La orgía es un buffet para los sentidos.

¿Cómo se orgianiza una orgía? Cada quien habrá de llegar a ese camino, porque no se puede acudir sólo a forniciar, sino a una compenetración que implica intercambios de fluidos y forzosamente una convivencia civilizada. Pero como es una experiencia única, muchas veces la orgía es un acontecimiento casual al que un@ acaba enriatado de alguna forma misteriosa. Aparece de vez en cuando en la vida, y es como saltar desde el trampolín a la piscina: o saltas y te mojas o bien te bajas por la escalera de atrás.

En el caso de la banda gay, quizás la más afortunada y accesible hacia el mundo orgíastico, puede ejercer el poder de orgianizar sus melés en sitios especiales, si eso les place. Por ejemplo, en los cuartos oscuros o en los baños, en donde se arma la mamadera tan pronto cae una toalla y otean a un pene erecto. Si l@s heterosexuales pudiésemos acceder a un mundo orgiástico con facilidad y seguridad, quizás ya estaríamos dándole, pero de esas organizaciones ahora se ocupan el Tinder y el Grindr, para quien ande caliente y quiere conectar genitalia.

A una orgía se debe de acudir con una actitud de flexibilidad. Eres muy macho, pero si te metes a una orgía quizás alguien pueda darte, sin querer, un canco involuntario. O si vas a tener un coito con un tipo y se le ocurre de que quiere dar por el culo, entonces habrá que sopesar las opciones. Quien va a una orgía acude a un territorio un tanto más ríspido, de quien se lleva se aguanta, sin embargo la palabra "no", las negativas o el rechazo deben ser asumidos de buena forma.

En la orgía nadie está obligado a nada ni a complacer, sino a participar voluntariamente y ser parte de la sobada colectiva.

En la tradición de las orgías antiguas se usaba la comida y bebida enmedio del agarre, como parte del goce. Entonces aquello acababa en...

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