Ivaginaria / Cuando te dan a escoger...

AutorElia Martínez-Rodarte

Todavía recuerdo aquel sábado cuando levanté a mi criatura temprano: ¡vámonos a la boda! Mi bebé tenía como 10 años y nos arrancamos al registro civil en el mero centro saltillense. Fuimos las primeras en llegar y luego arribó muchísima banda de Monterrey. Todos esperamos en el vestíbulo mientras la feliz pareja se ponía sus trajes de matrimonio.

La ceremonia fue muy hermosa y el discurso del oficial del registro civil, un hombre grande de edad, sabio y docto, fue un mensaje sobre el amor y el ser compañero, compartir el pan, con alguien a quien un@ ama. Por supuesto que hubo aventada de arroz, gritos, porras, aplausos, lanzaron los ramos de flores y yo lloré como hago en cada boda, con sentimiento y con hipo, sabiendo que a eso se lo va a cargar la reata. Le faltó agregar al oficial, el chiste obligatorio que ahora se debe de decir en todos los bodorrios, como advertencia: "el secreto del matrimonio perfecto, permanece como tal..."

De todo ello hay testimonio en video porque mi hija se encargó, precisamente, de hacernos quedar a todes en ridículo para siempre. El fiestón con sus borrach@s, la feliz pareja beso y beso, yo con mi proverbial cara de Patas Verdes como cada vez que lloro, ash...

Como sucede con muchos matrimonios, a éste se lo cargó el payaso también. No me culpen, querido público, si no creo en el casorio, pero quién sabe y también cometa el latrocinio de ponerme una correa como los casad@s: eso sólo las diosas y una chequera lo decidirán. No tengo amig@s matrimoniados todavía con sus primer@s conyuges. Creo que ni familiares. La idea del matrimonio a mi alrededor se ha convertido en el último bastión de la resistencia. Ni siquiera de la monogamia, porque todes andan coge y coge con otres.

Cuando se separó la pareja protagonista del gran bodorrio, fue horrible y lo lamenté mucho. En cada ocasión en que un amig@ ha dejado a su amor o ha sido abandonado por éste, he estado ahí con verdadera tristeza, porque no es cualquiera cosa el amor roto. Es difícil la idea de que la vida como la conocemos hasta ese momento, se esfuma y otra cosa empieza en donde creemos que hay nada. En este caso fue por dos. Ambas personas eran mis amistades.

Luego que quedé huérfana de esa pareja como...

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