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Ivaginaria / Cosas de hombres

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Vincent
AutorElia Martínez-Rodarte

Todos los días escucho cuando menos a un señor o batillo criticando a otros hombres y tildándolos de jotos, porque andan más accesoriados, o con muchas joyas y bolso, cierto tipo de ropa que puede ser femenina o incluso con cortes de pelo o peinados que eran "exclusivos para mujeres".

A mí no me importa mucho cómo se vistan los hombres, pero mi límite es el look Alejandro Fernández, quien la neta me parece un poco loca, pero víctima de la moda.

Por ejemplo los de mata larga han adoptado el chongo en la cabeza como una forma de arreglar el pelo. Ya sabrán aquellos con tremendo volován en plena maceta. El peluquero de mi cuadra allá en Saltillo no hubiese querido cortarle el pelo ni hacerle un chongo alto a ningún tipo, eso me queda muy claro, pero como en todo, en algunos batos se ve bien y otros parecen indigentes; pero de que marcan la diferencia, sí lo hacen.

Y hablando de peluqueros, de nuevo están a la alza con un público quizás más joven, porque la forma de hacerse la barba se ha convertido en una identidad trendy que se ve bastante bien, en especial para lucir acicalado y saboroso. Sí está chido un poca de pelo en la cara para que raspe cuando te bajes por los gaseosas, sin embargo la regla de oro de un cunniliungus es: no pasarle por allá una carita con pelos de barba que están empezando a salir, porque van a dejar todo rayado ese pobre clítoris y ardidos los labios vulvares.

Un consejo para las vaginitas parlantes y usuarios de señores: aprendan a rasurar a sus batos con navaja y espuma: es una forma de domesticación muy convincente.

No me gusta nada la barba matusalénica que se ve muy seguido, porque me recuerda a Venustiano Carranza. Se me baja de plano la erección mental. Vivo en el desierto y pensar en besuquearle el cuello sudado a un señor barbudo es un poco asqueroso.

Otra de las cosas de hombres o joterías asegún de los envidiosos, es el uso de la bolsa, que antes estaba destinado a las damas solamente.

Para mí, la bolsa se ha convertido desde hace poco tiempo en un imán para los ratas, pero es indispensable, asimismo para los señores que también guardan su día y su noche en su bolso cruzado, de mano, mariconera, backpack o portafolios de computadora.

Incluso las marcas...

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