Ivaginaria / A la comadre y al compadre...

Ay no, qué cosa, querido público...Ya de una vez quitémonos las caretas. Cada semana, al menos diez correos de ese periodo, se refieren al mismo caso o parecido: un macho contra un macho que se franelean en el fornicio; el chichifo cobra unos buenos pompeos con un señor, y al día siguiente invita al motel a su noviecita santa, porque ya tiene con qué...O de una muchacha que se la pasa en trabajos de equipo en su casa, con su amiga inseparable, mientras su novio es constante y fiel para los fines de semana. A la amiga se le arrima, por supuesto, porque esa es su pulsión. O una mujer que aprovecha los jueves de cafecitos para ir a encerrarse por 15 minutos con su "amiga", cuando dizque se fueron a fumar... O quien acostumbra a hacer paseos o caminatas a esos senderos de por las colonias nuevas, en donde los recién casados esposos juegan a las espaditas con otros recién casados nuevos esposos...

¿Saben cuál es el denominador común de todo ello?: es el ejercicio de la sexualidad, pero no en pleno, porque estas buenas personas oscilan entre prácticas sexuales con personas de su mismo sexo género, lo cual ocasiona el mayor de los traumas al caer en una indefinición de sexo género binárica. Es decir, de dos sexo géneros.

Pero antes de que se azoten porque se les moja la parcelita por un señor a veces y por una dama en otras, piensen en modo sensato y asunten: nuestras pulsiones sexuales vienen de muy hondo de nuestras entretelas, lo que nos excita a nosotr@s, no excita a otr@s...

Estamos tan acotados como seres sexuales que luego resulta complicado expresar nuestras verdaderas pulsiones sexosas. Eso lo aprendí a base de charlas y de escuchar a todos esos pececillos gays y lesbianas que eran netos en sus calenturas y que en cierta forma me ayudaron a ser congruente con las mías. Lo que se arrime, se caza, pero soy tan mamila que prefiero quedarme sin comer si no me gusta.

En la educación heterocentrista, es decir de heterosexuales, de las personas de sexos opuestos que se lían, parece o debe ser normal que toda la excitación o placer sexual debe provenir del sexo género opuesto (mujer y hombre), pero es del común sentir un amor momentáneo por las nalgas de un compadre si se es macho o de una...

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