Ivaginaria / Cinturón de castidad (y placer...)

AutorElia Martínez-Rodarte

El cinturón de castidad es un mito que, desde hace siglos circula como una leyenda de horror medieval. No existen posibilidades higiénicas con las cuales se puede usar una calzonera como esa, como protección a la virginidad y a la castidad. Todos los tapones que impliquen el libre tránsito de los fluidos corporales hacia afuera, y más éste que presuntamente era como una segunda piel, son nocivos para la salud. Insalubres, imposibles y ciertamente asquerosos.

Lo mejor de este protector de virginidades y de la fidelidad de la esposa hacia el esposo ausente, es que resulta ser una historia machista que atraviesa la historia desde los tiempos medievales. Los registros históricos no poseen una verdad contundente sobre los cinturones de castidad, uso y existencia, porque eran muy peligrosos para la salud.

En esos tiempos los maridos podían dejar solitas a sus esposas, con un gran número de pretendientes alrededor, sin duda, pero el asunto con las infidelidades entonces, es igualito como el de ahora: la infidelidad no es para tod@s. Si una mujer decidía emprender la aventura de engañar al marido, debía de establecer una serie de cómplices y de códigos, que no develaran su affaire.

Las señoras casadas nunca estaban solas, dormían con una de sus sirvientas en el mismo cuarto, había un complejo sistema de información que guardaba fidelidad a su esposo y hasta los mismos vecinos medievales fungían como informantes para que ningún marido quedara mancillado por ninguna señora casquivana. Eso sin contar de que las damas vivían con incertidumbre: al depender en todo de sus esposos, era muy difícil que se liberaran para ponerle los cuernos. Las mujeres no tenían derechos ni posesiones ni gobierno de sus personas. Siempre eran de alguien.

Los cinturones de castidad saldrían sobrando, aunque su existencia medieval es en parte un mito, sí existieron artilugios similares para fines erotizantes o cachondos, y posteriormente en el siglo XVIII fueron ilustrados y mostrados. Ahora una variedad de estas calzoneras de piel pudiesen ser los cinturones de castidad utilizados por las mujeres para evitar las violaciones.

Imaginen transportarse de un sitio a otro, recorrer enormes distancias en bosques peligrosos, llenos de viejos rateros o violadores. Aunque ningún artículo puede ser absolutamente...

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