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Ivaginaria / Calzón chino

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Vincent
AutorElia Martínez-Rodarte

A la pregunta de que, si a mí me gusta que se me salgan las tiras de mis ropas interiores, yo diría que no me place mostrarlas, porque no es de mi preferencia. Me enerva mostrar los calzones. Ni siquiera me parece una costumbre abyecta o de una fodonguez postmoderna. No me gusta porque entonces tengo que pensar demasiado en qué ponerme de ropa interior, que no se vea como ropa comprada en el súper por decena, sino una lencería más producida, lo cual se traduce en eternos momentos de hueva y decisiones.

Las abuelas pensaban que debían salir a la calle con sus mejores ropitas interiores, porque si les sucedía un imponderable, pues los socorristas que le auxiliasen iban a ver a una dama con una calzonera y un corpiño limpio y de buena calidad. Supongo que los interiores nejos y balaceados, se quedaban en casa para el uso rudo.

Pero lo recomendable para el mundo femenino cuando ya le vale enseñar los calzones, radica en algunas medidas elementales que deben seguir cuando se desea salir a la calle enseñando los interiores, sea por accidente o a propósito. Ya no se puede confiar en nadie y a veces, cuando detecto un agachón de plomero de un tipo que me enseña sus tristes trusas, siempre pienso en que sí debemos de cuidar la imagen de nuestros interiores. Una no sabe con quién se va a tropezar en la cama.

Nunca debes salir a la calle con unas tangas que sobresalgan de tus pantalones y que sean unas prendas que ya pasaron unos tres años de lavadas. Por favor considera que esas prendas interiores se dañan mucho y se ven trasijadas muy pronto. A veces es preferible no llevar calzones, que unos que se salen y exhiben sus hebritas añejas.

Sale de sobra decir que sea una prenda limpia, en especial cuando se trata de hilos dentales y todos esos calzoncitos que son micros. La tela y la consistencia de algunas miniropitas es delicada. Así que lávenla a mano o traerán las hilachas en la genitalia.

Una de las más atroces costumbres que se ven en un calzón salido, es cuando la tanga es de una o varias tallas menor a las que debe utilizar la persona. Entonces el espectáculo que vemos, es el de una nalga transformada en un jamón mal...

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