Ivaginaria / Bajáos por las gaseosas

AutorElia Martínez-Rodarte

Cuando tengan una duda sobre la existencia de algo divino, pídanle a su proveedor una chupada. Este es un tema que nunca se moverá de esta columna hasta que logremos forjar nuevas generaciones de buenos y buenas chupadoras de genitalias femeninas. Nunca nos vayamos con ese lugar común de que la morras se lo chupan mejor a ellas y los señores hacen buenas mamilas a sus semejantes. Lo esencial de una chupada hacia una mujer radica en el entusiasmo de quien la aplica. Sea real o fingido. Y hablo de un entusiasmo como de estar poseído por los dioses. En theos, que quiere decir que lleva un dios dentro, y así, querido público, mamen a la dama. De mí se van a acordar cuando le apliquen la rigurosa a la mujer y el resultado sea bueno. Es el momento de pedir sus tres deseos papacitos...

Entonces por eso y por el futuro entero de las erecciones del mundo, aplíquense.

Los muchachos que van a bajarse en sus primeras genitalias femeninas, se horrorizan porque en su archivo pornográfico mental nunca han visto una peludencia como la que tienen frente a sus narices, nunca mejor dicho. Aprendamos a separar los cuerpos y la estética del porno respecto a la real carne. Ni nadie está tan bueno o producido como la gente de la industria cachonda. Como en El arte de la guerra, lo primero que debemos de reconocer es el terreno. ¿De cuánto pelo estamos hablando? Cuando tengan una dimensión exacta de qué tipo de selva están depredando, busquen la entrada y mapeen la zona. Acaricien mientras buscan.

La genitalia femenina es un ser bastante asustadizo al que no se le debe de enterrar la cara. Pero sí ayuda meter un poco la nariz, la boca, la lengua y los dedos lo necesario. No arruinen un buen beso a un coño metiendo dedos como si estuvieran rellenando el pavo. Los dedos sí ayudan mucho, pero luzcan la lengua señores, ash, la brutalidad de la digitación sólo es para quien no sabe chuparla bien, ya se le cansó la lengua o cree que se va a ver súper rudo dedeando como si estuviese en ácidos.

Las manos regulan un poco la abertura y acomodan el lengüeteo, pero no mucho más invasivo. Es un movimiento gentil.

Además de que se encuentran oficialmente contentos chupando, ocupen sus manos en algo mientras la boca se deshace en lenguas. Que sus...

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