Ivaginaria / Amante y consejera

El escandaloso título de amante o amasia es uno de los más peculiares roles ensartados a las mujeres, cuando les toca ser la bateadora emergente, lo saben y lo asumen.

La otra mujer de un bato es quien funge papeles tan disímbolos, que obvio, deben ayudar a acompletarle el gasto a la esposa, novia o "mujer oficial".

Para empezar, la amante debe cogerse al tipo y dejarlo bien aceitado, lo cual aporta estabilidad y felicidad en muchos. No es estrambótico notar que los tipos que poseen un amor extracurricular, se vuelven más generosos en la producción de testosterona, ergo de espermatozoides, debido al continuo gasto de su malteada. Esto no es algo extraordinario, sino sólo una forma en la que nuestro perfecto organismo se comporta.

Uno de los papeles más raros que asume una amante es el rol maternal en muchos sentidos pragmáticos. Se supone que el bato que busca una amasia carece de ciertas atenciones que su mujer oficial ya no le procura y éste va y se ensarta por otro lado.

Entonces la amante se convierte en una mamá para su bato, además de que se lo tira, y transforma la relación en lugar feliz que ella protege, a la vez, cuidándolo a él.

Es cuando la amante se pone a revisarle el cuerpo al tipo para que no llegue con un chupetón en una nalga; la que mete a bañar al individuo para que no apeste a las bragas de otra; o quien se encarga de tapar los rastros idióticos que su amor va dejando, listo para ser capturado: la amante le vacía las fotos, videos y registros del celular; le ayuda en no paletear; lo aliviana con los tiempos y el trabajo...

Es sumamente cansado ser la amante de alguien, creo yo. Es como un jale en el que un@ acaba invirtiendo lana. Alguien que conozco, de pronto, encontró la luz de su portentosa razón, y se separó de su amante casad@. El amor es generoso y me conmueve, pero no tanto, entonces cuando una ve a una persona querid@ aconsejando a su amant@ cómo comportarse con su espos@ para que no sospeche, algo no cuadra en el cuadrante.

Quizás lo que le hace falta al mundo del amasiato es que la mujer por fin se empodere y no sienta que el bato, además de cogerse a su esposa y a ella (sin condón y muy seguido) es una...

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