Ivabelle Arroyo / Reprobados, bicis y un haikú

AutorIvabelle Arroyo

Usted disculpará el título. No tiene nada que ver una cosa con la otra, no sólo por la distancia semántica, sino por la separación geográfica. Los reprobados son los malos alumnos que allá lejos, en Nuevo León, están a punto de dejar de serlo por decreto. Reyes Tamez, esa lumbrera que hoy ostenta el título de educador en jefe en la tierra de los cabritos, se atrevió a decir en voz alta que para acabar con el índice de reprobación y para no afectar la autoestima de los estudiantes, había que prohibir los ceros en el Estado. ¡Qué listo! Maestro que ponga cinco, maestro que pagará por ello. Faltaba más. Y los muchachitos que sólo se interesen por RBD y las novedades en YouTube, ya pueden estar tranquilos, Reyes Tamez les cuidará las espaldas y su corto vocabulario a partir del próximo año escolar. ¿Cómo? ¿Que siempre no? Pero, ¿por qué, señor Secretario? Si era una idea fantástica: acabar con la reprobación en el norte prohibiéndola en las aulas regiomontanas. Chin. Qué mal que algunos norteños brincaron y que dos que tres torpes no vieron la genialidad en la medida. Ya será para otra, cuando el periódico EL NORTE esté viendo para otro lado.

Lo de las bicis es otra cosa y no está relacionado con los paseos dominicales en lycra negra de Emilio González Márquez, quien no sólo es el Gobernador de este Estado (eso es cosa menor), sino que es el invitado de honor, el agasajado, el consentido de la farándula universitaria en el Teatro Diana. Y eso sí que tiene chiste, pero ya es otro cantar al que habrá que regresar después de lo de las bicis. Lo de las bicis tiene que ver con el espectáculo que dio ayer otro Mandatario, el del Distrito Federal, al optar por este vehículo para llegar a su trabajo en la mañana. Sí, leyó usted bien, revíselo: en el Distrito Federal, el DF, la capital, Ciudad de México, chilangolandia, pues. Marcelo Ebrard salió de su casa en La Condesa, tempranito, con su casquito colorado, y enfiló rumbo al Zócalo seguido de una pandilla de funcionarios metidos a ciclistas madrugadores. La verdad es que el Emilio de acá se ve muy bien en comparación con el jefe de gobierno capitalino, pero será porque monta en días de asueto en la bella Guadalajara y no en lunes por Avenida Reforma. Uy. No sabe uno si aplaudirles o burlarse, porque miren que la intención es buena y, además, es un acto de valentía hacer ese ridículo con una horda de funcionarios cuidando al ciclista rey por los flancos...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR