Ivabelle Arroyo / Otra muerte
| Autor | Ivabelle Arroyo |
La muerte de una deportista detonó una nueva alerta en la elaboración de prioridades del Gobierno encabezado por Emilio González Márquez, quien no cesa de sumar irresponsabilidad a su nombre. Durante las vacaciones, MURAL reportó, con detallado rigor, el camino recorrido por Fernanda Viridiana Ramírez Escoto, una atleta de alto rendimiento y promisorio futuro que falleció por anemia y pancreatitis. Evidentemente hubo una falla en el seguimiento de su salud, y aunque no puede inferirse que la causa directa de su fallecimiento sea la negligencia en el Code, sin duda existe responsabilidad por parte de los entrenadores, de los padres, de los burócratas jaliscienses, de los diputados locales y de la clase política en general, más interesada en disponer de recursos que le den brillo falso al estado que de pulir despacio los metales preciosos que aquí se dan.
Los atletas de Jalisco son un orgullo nacional y estatal. Recientemente los regiomontanos les han dado pelea, pero llevan varios sexenios trayendo a casa medallas de oro en natación, judo y clavados, por mencionar sólo tres de los más conocidos.
El hábito y el talento están presentes. No sólo hay extraordinarios atletas compitiendo en nombre del Estado, también hay jaliscienses corriendo por doquier. A pesar de la falta de parques, a pesar de la falta de centros deportivos, a pesar de la carencia de gimnasios públicos, los jaliscienses abarrotan los maratones, la Vía Recreactiva es un éxito y la Ciudad es un buen mercado para Sports City.
Sin embargo, ese filón sigue sin ser aprovechado y pulido por el Gobierno jalisciense. Poco ha influido este éxito sostenido en la educación, en la comunicación social, en las políticas públicas y en la lista de preferencias de los gobernantes o los jerarcas de las distintas Iglesias que aquí conviven. El deporte como hábito social no encuentra eco para formar círculos virtuosos.
Emilio González Márquez, por ejemplo, primero dará dinero para cumplir los anhelos de la cúpula de la Iglesia católica, que invertir en servicios médicos y atención de primera calidad para los jóvenes deportistas. El Code funciona bien, pero evidentemente no es suficiente y los deportistas han denunciado, una y otra vez, las carencias con las que viajan a las competencias.
Los diputados locales tampoco tienen problemas al elegir sus prioridades: un viaje a Rusia o a Bavaria o a Colombia o a China o a Timbuctú siempre será mucho más importante que orientar el sentido de las...
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