Ivabelle Arroyo / Mentadas en medio de sandeces
| Autor | Ivabelle Arroyo |
Ya estuvo bueno de sandeces. El Gobernador de Jalisco confunde los tonos y las amistades, hace uso del dinero público para darse gustos personales y ofrece disculpas por mentar la madre. Por no permitir una investigación sobre pederastia en la Procuraduría no ofrece disculpas. Por invertir en el desarrollo turístico del Estado vecino no pide perdón, ni por violar leyes federales con su amigo y vecino de playa, el Gobernador priista. Por despreciar la ley, por no proteger el concepto de los derechos individuales, por no poner el ejemplo como primer panista del Estado, por eso no ofrece disculpas. Por no proteger a la minoría y por no respetar el disenso; por favorecer a empresas privadas o a una religión, en menoscabo de la libertad económica y religiosa, por eso no ofrece disculpas.
¿Pero qué pinta en todo esto una disculpa o dos? Si el Estado crece, si el transporte público funciona, si se combate el rezago que en todas las áreas está convirtiendo a Jalisco en uno de los Estados más atorados del País, la actitud de adolescente del Mandatario bien podría ser lo de menos. Si no violentara la ley y los principios que dan forma al Estado constitucional, las vulgaridades que él confunde con lenguaje coloquial, no tendrían mayor impacto.
Pero el Estado dista de tener un futuro promisorio y las sandeces de esta Administración están lejos de ser anecdóticas. No parecen ser capaces de poner un ladrillo sobre otro. El director de Comunicación Social se preguntó en estas páginas: "¿Quién gobierna a quién en estos tiempos? ¿Quién decide si el Poder Legislativo sesiona o no? ¿Quién decide si abrir Pemex a esquemas de inversión público-privada es lo más adecuado? ¿Quién decide si una presa se construye en el lugar adecuado o con qué tipo de esquemas de financiamiento? ¿Quiénes tienen la decisión de cómo se gasta cada peso del dinero público? ¿El Gobierno o los gobernados? ¿Quién es quién?", y con ese tono continuó Fernando Chávez el domingo, arrojando luz sobre las inquietudes que desvelan a esta Administración: ¿quién gobierna a quién? Con razón Emilio González se desgañitaba gritando que él fue elegido. Alguien podría hacerles un favor y explicarles lo que en los últimos cincuenta años se ha aprendido sobre la dificultad para implementar políticas públicas en sociedades democráticas (anglicismo horrible, ése de implementar, pero de uso común entre los...
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