Isabel Turrent / Roosevelt, Keynes y AMLO

AutorIsabel Turrent

Tenemos un Presidente que cree que la pauperización es una meta económica válida; que el empobrecimiento generalizado es "moral" y que puede haber desarrollo sin crecimiento económico: bienestar en medio de un desplome económico de dos dígitos como el que va a padecer México en este fatídico 2020.

Como en lugar de leer e informarse porque, dice, "el conocimiento no importa", recoge ocurrencias que sueltan sus colaboradores y las convierte sin más en la agenda del día, ha mencionado más de una vez como una fuente de inspiración a Franklin D. Roosevelt.

Aquel Presidente -del Partido Demócrata, por cierto- que sacó a Estados Unidos de una recesión profunda en los años treinta y se unió a los aliados en la Segunda Guerra para derrotar al nazismo.

Hablar de la política económica de Roosevelt es entrar en territorio pedregoso para López Obrador, que pre- sume de no hablar inglés y de que gobernar "no tiene ciencia", porque atrás del gobierno de Roosevelt estaban las ideas de John Maynard Keynes.

Se han escrito muchos libros sobre Keynes: de su vida en medio de los pensadores, artistas y escritores del grupo Bloomsbury, que giraba alrededor de Virginia Woolf y Lytton Strachey, y que le enseñaron el valor de la libertad personal y del arte. La evolución de sus ideas económicas es otra cosa. Para los que no somos economistas, pero creemos que sin desarrollo no hay progreso, Zachary D. Carter acaba de publicar un libro apasionante sobre Keynes el economista*.

La experiencia de la Primera Guerra, cuando sus consejos de reducir o eliminar las compensaciones a los vencedores y dar ayuda a una Alemania hundida en el caos económico para evitar un futuro conflicto, lo convenció, entre otras muchas cosas, de que las naciones debían manejar su política doméstica para evitar el desempleo -causa de inestabilidad política-, que el libre mercado no se autorregula siempre para lograr el mejor equilibrio económico y que, en épocas de crisis, era indispensable un Estado fuerte, interventor e inversionista, para encauzar la economía.

Y eso fue lo que hizo Roosevelt desde que llegó al poder en 1933. Erigió un Estado poderoso, pero no para destruir el armazón institucional y empobrecer a la población recortando gastos indispensables para la salud económica del país como lo ha hecho López Obrador. Roosevelt creó decenas de nuevas agencias federales para...

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