Isabel Turrent / El amparo y sus críticos

AutorIsabel Turrent

El lunes, en la Tercera Emisión del noticiero de la W, Arturo Sánchez, consejero del IFE, expuso con honestidad los problemas en los que la reforma al artículo 41 constitucional (que prohíbe a particulares contratar publicidad en radio y televisión) ha metido al Instituto Federal Electoral.

Más allá de reconocer que los consejeros del IFE están divididos entre quienes desean aplicar con amplitud las restricciones que establece la reforma constitucional y entre quienes, como él, prefieren restringir la censura, Sánchez se preguntó hasta dónde debían llegar las limitaciones al acceso de los particulares a los medios, establecidas en la letra de la reforma. Si éstas se aplican a la radio y a la TV, por qué no incluir a la prensa y a la internet.

Las dudas del consejero exponen no sólo la ambigüedad de la reforma al artículo 41, sino los riesgos que implica. El peligro de la medida es que la censura se deslice, en efecto, a otros medios y limite día a día la libertad de expresión.

Históricamente, eso es lo que ha sucedido en regímenes que deciden sacrificar la libertad en aras de otros valores. Pero no hay necesidad de remontarse en el tiempo para ver los resultados de políticas de ese tipo: en la Rusia de Vladimir Putin, el primer paso del gobierno para establecer una "democracia dirigida" (el eufemismo que encubre un sistema autoritario) fue apoderarse de las principales estaciones de radio y televisión.

Como quien controla la información tiene el poder, el presidente Putin cimentó a través de su control de los medios una versión de bronce de la historia del país e impuso un modelo de desarrollo económico sin un marco legal y un sistema político que no tiene nada que ver con la democracia.

En China, el control de la información y las restricciones a la libertad de expresión son más sofisticados pero aun más monolíticos. En aras del progreso, la estabilidad y la construcción de una sociedad "armónica", el régimen ha diseñado complejos mecanismos de censura que abarcan a todos los medios, incluyendo a la internet.

Quien piense ingenuamente que la libertad siempre encontrará la manera de expresarse a través de los medios de la informática moderna debe voltear los ojos a China. La democracia "socialista", "consultiva" o "electoral" del Partido Comunista ha convertido a la internet en un medio de comunicación restringido y limitado mayormente al entretenimiento. El control de los medios apuntala un sistema bicéfalo y antidemocrático: abierto en lo...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR