Isabel Sepúlveda / Documentar la impunidad

AutorIsabel Sepúlveda

Usted ¿ya le pidió disculpas a Raúl Salinas de Gortari? Porque si lo juzgó de pillo, corrupto, tramposo, cínico o cualquier otro adjetivo que lastimara su honra, más vale que los borre de su pensamiento. El hermano del ex Presidente Carlos del mismo apellido ha sido declarado limpio de toda culpa, inmaculado como copo de nieve, por un Tribunal Penal del Distrito Federal que lleva un mes sin titular.

Y lo pudo hacer gracias a que la PGR, de nuevo, no integró bien el expediente para demostrar que el incremento de la riqueza del llamado "Hermano incómodo", durante la Presidencia de Salinas, haya sido producto de actos de corrupción como servidor público.

Hasta la Presidencia de CSG, los mandatarios disponían de una "partida secreta", asignación financiera directa que podían manejar a su antojo, al grado de haber sido desviados por el entonces director de Administración de Los Pinos, 2 mil 218 mdp entre 1990 y 1994. De ellos, acusaba la PGR al ahora honesto Raúl de haberse embolsado 224 millones. Ernesto Zedillo suprimió esta abusiva partida y lo metió a la cárcel por su presunta autoría intelectual en el asesinato de su cuñado. Carlos nunca le perdonó semejante afrenta a su sucesor y dedicó su amplio poder a lograr su exoneración. Hoy lo ha conseguido.

No importa si el actual angelito utilizaba pasaportes con identidades falsas para hacer depósitos millonarios en Suiza, ni su imposibilidad de demostrar el origen legal de este dinero. Decía, el ahora inocente, que se los habían prestado cinco de los empresarios más ricos y poderosos de ese entonces. Favor muy parecido a los cuantiosos y cómodos préstamos concedidos por Grupo Higa a la esposa del Presidente Peña y a su Secretario de Hacienda, Luis Videgaray.

Tampoco se consideran ya como tráfico de influencias los negocios que hizo con las importaciones de alimentos de Conasupo, ni el cúmulo de evidencias en su contra por diversos delitos. Ahora también la efectiva justicia mexicana ha ordenado que se le restituyan todos los bienes incautados.

Imposible vivir en un Estado de Derecho con injusticias como ésta. Ni con la aplicación de la Ley a conveniencia de las autoridades, como lo hizo en Jalisco el Secretario de Movilidad, Mauricio Gudiño, quien suspendió el programa "Salvando Vidas", versión jalisciense del "Torito", para que las agentes pudieran participar, bailar y, según sus propias palabras, tomar copas sin preocupación alguna.

Un operativo permanente, con magníficos...

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