Irma Martínez / Ya no son como antes

AutorIrma Martínez

Aplausos y más aplausos recibieron los presidentes de las Cámaras al publicar el desplegado titulado "Monterrey; Corrupción sin límites". Al leerlo nos sentimos orgullos de que los empresarios de Nuevo León todavía seguían teniendo agallas y les indignaba, como a muchos, la corrupción.

Estábamos ávidos de gente valiente, ya que en las últimas décadas han habido innumerables capitanes de empresas que nos han dejado un sabor amargo con los contubernios que han formado con el gobierno. El desplegado nos ofrecía la oportunidad de recobrar la confianza.

Es más, esta publicación nos llevó a recordar aquellas épocas cuando los empresarios regiomontanos trataban a su país con responsabilidad social.

Era de dominio público que hablar del grupo de empresarios regiomontanos significaba referirse a una auténtica fuerza de liderazgo. Además, se caracterizaban por ser personas recias, a la vez sencillas, por lo cual eran escuchadas y respetadas a nivel nacional.

Sin embargo, ha sido triste comprobar que ya no son como antes. Los tiempos y las personas han cambiado, aun cuando fue lucidora la forma de denunciar con todas las letras el hecho de que la actividad productiva se encontraba secuestrada y sujeta al pago de rescate por la extorsión en cada uno de sus trámites en la administración del Municipio de Monterrey encabezada por Adalberto Madero.

Toda esa emoción inicial que nos arrancó la publicación, hoy vemos que se va desvaneciendo, y con ella la ilusión, al pasar los días -y las semanas-.

Era de esperarse que los ciudadanos empezáramos a preguntarnos: ¿cuáles eran las intenciones de los valentones de Caintra, Centro Bancario, Cámara de Propietarios de Bienes Raíces, Canaco, CCinlac, Coparmex, y sobre todo de Canadevi?

Si bien es verdad que los ciudadanos agradecimos que se levantara la voz ante un hecho que ya era un secreto a voces en las mesas de café, también es cierto que una de las primeras reacciones después de esta denuncia fue la reunión de Canadevi con Maderito en el Club Industrial, y curiosamente de esa junta todos salieron mudos, como si en lo oscurito hubieran manejado sus arreglos.

Después de este episodio fueron destituidos de sus chambas dos...

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