Iraq, tierra de nadie

AutorJesús Acosta

REFORMA/ Gran Bretaña

LONDRES.- Los esfuerzos del Primer Ministro británico, Tony Blair, para engrosar el archivo negro de crímenes de Saddam Hussein estuvieron a punto de naufragar trágicamente hace dos semanas, cuando su enviada especial a Iraq fue objeto de un intento de emboscada en los caminos del norte del país.

La parlamentaria Ann Clwyd pudo regresar a Londres, ilesa, cargando el registro de las docenas de tumbas masivas halladas en Iraq, pero también con una constatación crítica: en el Iraq "liberado", mientras la inseguridad campea, la administración estadounidense gobierna con mentalidad de búnker.

La funcionaria contó a los medios que mientras viajaba hacia el norte de Bagdad, cerca de Kirkuk, su escolta conformada de tropas estadounidenses y combatientes kurdos, enfrentaron a tiros a una banda de hombres que se aproximaba al convoy. Nadie salió herido y la banda pudo escapar hacia las colinas cercanas.

Esta semana, Clwyd unió su voz a la de las agencias humanitarias británicas para destacar la atmósfera de inseguridad que permea la vida ordinaria de los iraquíes bajo la ocupación anglo-estadounidense, y la parálisis que provoca a las misiones de apoyo humanitario en la zona.

Mientras Estados Unidos y el Reino Unido despliegan enormes recursos económicos y políticos para buscar evidencias que justifiquen la guerra, sus obligaciones legales como poderes de ocupación, que incluye el suministro de alimento, de atención médica y sanitaria, no están mínimamente satisfechas, señalaron cuatro de las ONG más importantes de Gran Bretaña.

"La gente no puede atender sus asuntos cotidianos por temor a ser atacada o verse atrapada entre dos fuegos, y no van a dejar solas sus casas debido al riesgo de saqueos", advirtió el organismo CARE International ante al Comité de Desarrollo Internacional de la Cámara de los Comunes. La organización presentó su denuncia junto con Christian Aid, Oxfam y Save the Children, todas con operaciones extensas de asistencia humanitaria en Iraq.

Afirmaron que el tema más importante, con mucho, es el de la inseguridad, en la medida en que ésta bloquea el trabajo humanitario y tiene el potencial de frustrar hasta las bien resguardadas misiones de funcionarios británicos en la zona. En la misma sesión con el comité parlamentario, Clwyd habló de sus dificultades para ingresar a la oficina del Gobierno provisional de la coalición anglo-estadounidense, ubicada en uno de los antiguos palacios de Saddam Hussein, en donde...

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