Irán regresa a la agenda

(Embargada para sitios en internet hasta las 24:00 horas locales)Mauricio MeschoulamInternacionalistaEL UNIVERSALCómputos distritales… recuentos… casillas… Mientras en México nos saturamos de nuestras elecciones, el mundo sigue su curso. De pronto también hay que echar un vistazo a lo que pasa fuera de casa.Esta semana ocurrieron demasiadas cosas sobre la cuestión de Irán y su programa nuclear como para no prestar atención. El 1 de julio entró en vigor el embargo petrolero como parte de las sanciones económicas impuestas por Europa a Teherán. Washington dio a conocer que incrementaba su presencia militar en el Pérsico, cerca del estrecho de Ormuz, por donde circula 20% del abasto petrolero mundial y que Irán ha amenazado con cerrar en caso de ser agredido. Como respuesta, el ejército iraní realizó varias pruebas con misiles balísticos de hasta 2 mil km de alcance, declarando que Teherán tendría capacidad de golpear 35 objetivos estadounidenses en los primeros minutos de una guerra. Simultáneamente transcurría una ronda de negociaciones de nivel medio en Estambul entre seis potencias e Irán sin lograr acuerdos. Más aún, Teherán acusó a Francia y Alemania de ayudar a la CIA a asesinar a sus científicos.Con todo esto transcurriendo paralelamente, cualquiera se pregunta si acaso el conflicto está más cerca que nunca. Muchos piensan que debido a su pasado intervencionista, a Estados Unidos automáticamente le conviene detonar una nueva guerra en la región, o que los despliegues militares son el preámbulo de una inevitable confrontación. Esto no siempre es así; de hecho a veces son esos despliegues los que evitan que los conflictos estallen.La guerra no es imposible, sólo es, por ahora, improbable. La mayoría de los países involucrados considera que los costos de un enfrentamiento son mucho más elevados que los beneficios del mismo y que se podría satisfacer los intereses de todos a través de mecanismos alternativos.Desde la perspectiva económica, la Casa Blanca, por ejemplo, está muy preocupada por sus finanzas, su déficit y su elevado nivel de endeudamiento. Los dineros, para ponerlo en palabras simples, no alcanzan. Washington se encuentra en un proceso de reducción, no incremento, de su presencia militar en el planeta, con contadas excepciones. Sumida en una de las peores crisis de su historia, a Europa preocupa la posible alza en los precios del petróleo...

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